Estados Unidos intenta salir del pantano de Afganistán, mientras que otros dos soldados estadounidenses mueren en Afganistán.

(Para Tiziano Ciocchetti)
28/06/19

Dos soldados del Ejército de Estados Unidos fueron asesinados el miércoles en una emboscada en Afganistán, específicamente, en el distrito de Sayed Abad, en la provincia sureña de Wardak.

Un portavoz del Pentágono dijo que los dos soldados murieron por las lesiones sufridas tras un tiroteo con un grupo de talibanes, mientras realizaban una acción de patrulla conjunta con las fuerzas afganas.

El secretario de Estado Mike Pompeo, que visitó la capital, Kabul, comentó sobre el ataque y dijo que este episodio implica aún más la necesidad de éxito político. La misión que Estados Unidos ha emprendido en Afganistán debe terminar con una reconciliación, a fin de reducir el nivel de violencia en el país.

La política de la Administración Trump en Afganistán tiene como objetivo encontrar una estrategia de salida, después de un compromiso militar que ahora se ha ampliado en los años 18. El año pasado se designó a Zalmay Khalilzad, un diplomático afgano-estadounidense, como enviado de paz para el Medio Oriente, acusado de comenzar, el próximo sábado en Qatar (un estado en el que los estudiantes coránicos mantienen una delegación), con Talibanes de conversaciones de paz.

Sin embargo, los talibanes se negaron a mantener conversaciones directas con el gobierno de Kabul, sin reconocer su autoridad.

En nuestra opinión, para Washington, ya sería un éxito si las negociaciones dieran lugar a un compromiso por parte de los talibanes (con todas las perplejidades del caso) de no hospedar a grupos terroristas en las áreas bajo su control.

Foto: Comando del Componente de Operaciones Especiales de la OTAN-Afganistán