La misión de la UNAMIR en Rwanda

25/03/15

La UNAMIR (Misión de Asistencia de las Naciones Unidas para Ruanda) fue una misión de asistencia de la ONU, establecida en suelo ruandés durante el genocidio 1994. La operación fue dirigida por el general Jacques Roger Booh-Booh, mientras que el comando de las operaciones de campo fue confiado al general Roméo Dallaire.

Ha pasado a la historia como uno de los mayores fracasos de las Naciones Unidas. Pero, ¿qué motivó más a hacer un juicio tan radicalmente negativo sobre la UNAMIR?

En primer lugar, hay que señalar que dos factores han jugado un papel clave en el fracaso de la misión: la desorganización en la gestión y la escasez de hombres y recursos.

En cuanto al primer factor, debe decirse que desde el principio el asunto de Ruanda no se consideró demasiado en serio. La conciencia de la gravedad de los acontecimientos que interesaban el país de las mil colinas ha sido gradual, y esta actitud estaba estrechamente refleja en su debut en la UNAMIR en Ruanda.

El 5 October 1993, con resolución 842, el Consejo de Seguridad estaba lanzando la UNAMIR, creando un ejército de soldados 2548. Tal vez algunos, para Ruanda. Los colaboradores de Kofi Annan ya habían planteado la hipótesis de al menos hombres 5000, y el general Dallaire había solicitado nada menos que los cascos azules 4000. Pero la asignación de todos esos recursos en el territorio de Rwanda podría parecer un escrúpulo excesivo, especialmente a la luz del reciente fracaso de la ONUSOM (Operación de las Naciones Unidas en Somalia).

Con una cuota reducida hasta el hueso, pero cargada de optimismo, Dallaire llegó a Ruanda. La gravedad de la situación se hizo evidente en sus ojos de inmediato: el genocidio fue olfateado en el aire, y lo que sucedería en el 1994 no era más que el clímax de una tragedia que había estado ocurriendo durante años. Las víctimas de la espiral de violencia e incursiones que arrasaron a Ruanda en esos malditos días 100 también fueron los cascos azules belgas 11, quienes perdieron la vida tratando de ayudar al primer ministro Agathe Uwilingimana en la fuga.

Solo en mayo, 1994 (en pleno genocidio y luego de innumerables solicitudes de expansión de la misión presentada por Dallaire) surgió la urgencia de ampliar los archivos de UNAMIR. Y aquí es donde entra en juego el segundo factor determinante del fracaso de la misión; de hecho, los estados de la comunidad internacional se han mostrado particularmente reticentes a ofrecer contingentes que enriquecerían el cuerpo de UNAMIR.

Como se escribió anteriormente, el reciente fracaso de la ONUSOM empujó a muchos países hacia una inactividad estricta, y se dijo que algunas grandes potencias (como Estados Unidos) intentaban reducir drásticamente el presupuesto asignado a las misiones de la ONU.

Paralizado por estos factores hostiles, UNAMIR permaneció en suelo ruandés hasta marzo de 1996.

La UNAMIR adiós a Ruanda ha estado marcada por una declaración particularmente picante hecha por el Ministro de Asuntos Exteriores de Ruanda, Anastase Gazana: "La ONU ha fracasado en Ruanda durante el genocidio han fracasado y todavía están haciendo."

Francesca Ranieri

(foto: ONU / web)