Escuela de Infantería Cesano: entrenamiento de combate

(Para Tiziano Ciocchetti)
19/11/20

Invitados del general de brigada Roberto Viglietta, comandante de la Escuela de Infantería Cesano, con base en el cuartel del MOVM S. Diez. U. Bartolomé, pudimos observar en vivo cómo se entrena el personal militar en combate.

La intención de la visita se traduce en un cuidadoso análisis de las técnicas de rodaje, incluso en entornos urbanos; los últimos escenarios -como han demostrado operaciones recientes en el exterior- son cada vez más frecuentes y requieren una preparación especial.

La Escuela de Infantería planifica, organiza y realiza cursos de formación y especialización, sumamente realistas, con un fuerte impacto psicológico en el operador. Gracias a las áreas e instalaciones de formación adecuadas, los instructores son capaces de recrear entornos y situaciones (como las paredes VS Sistema de pared de entrenamiento), con el fin de permitirle al soldado enfrentar las amenazas que surgirán en los quirófanos en los que será empleado.

Los procedimientos tácticos técnicos se analizan luego a un nivel dinámico.

Para ello asistimos a un ejercicio dirigido por el sargento mayor Santalucia, instructor de la Escuela, y ya guardabosque del regimiento Matterhorn.

Se nos ofrecen tres tipos de escenarios: dos de formación y uno puramente operativo. El propósito del curso es proporcionar al operador la capacidad de discriminar la amenaza, con el fin de minimizar la posibilidad de daños colaterales. Los escenarios operativos actuales ven a las fuerzas militares involucradas cada vez más en contextos urbanos densamente poblados, donde tiene unos segundos para identificar y neutralizar a un atacante.

Desde la operación Ibis en Somalia (1992-94), el ejército italiano ha ganado una amplia experiencia en el combate en centros urbanos densamente poblados, cuando el atacante a menudo se protege de los civiles o intenta mezclarse con los no luchadores. Fue en Mogadiscio donde nuestro contingente tuvo que enfrentarse a milicianos que disparaban contra grupos de civiles, utilizados como escudos humanos. Más de una vez ha ocurrido, por parte de estos grupos, que pasaron de arrojar piedras a tomar rápidamente rifles de asalto.

El equipo en entrenamiento en la primera prueba, equipado con rifles de asalto Beretta ARX-160A1 modificados con un kit para disparar munición de marcado.

En la actividad de fuerza sobre fuerza, se utilizan diferentes colores para identificar el origen del fuego y poder verificar la precisión de los disparos (el tiro máximo es de unos 30 metros). Un elemento hostil equipado con un "escudo protector" actúa como un obstáculo que el operador debe sortear, tras lo cual encuentra otros dos elementos de los cuales sólo uno está armado. El objetivo es discriminar al objetivo, neutralizando así la principal amenaza, la armada.

La segunda prueba se diferencia de la primera por el uso del arma corta (una Beretta 92FS, también modificada con un kit para disparar munición de pintura). Esta vez el operador debe derribar al hostil que apunta con un arma a un rehén: el entrenamiento tiene como objetivo perfeccionar el disparo para neutralizar al objetivo sin causar daños colaterales.

El tercer y último escenario se refiere a una situación de combate en un entorno cerrado. El equipo de 4 operadores se acerca al objetivo bajo el fuego de un francotirador, ubicado en las afueras de la ciudad. Una vez eliminada la fuente de fuego, irrumpen en el interior, que se compone de tres salas. Al entrar en la primera habitación ocupan los espacios ciegos, en la segunda encuentran un enemigo armado frente a ellos y rápidamente lo eliminan.

En el último ambiente la amenaza está constituida por un terrorista con un cinturón explosivo y un botón detonador: los operadores lo intimidan para que se rinda y levanten la mano: la falta de cumplimiento de esta orden conduce a la neutralización del elemento hostil. En estas situaciones extremas, los operadores intentan dar en el blanco en áreas bien definidas de tal manera que eviten que el sujeto active la carga explosiva. La acción termina con la recuperación de los entornos.

Los contingentes involucrados en los escenarios operativos actuales están llamados a contrarrestar múltiples amenazas. En los últimos años, el concepto de guerra híbrida se ha abierto camino en el ejército. Según la Doctrina de la OTAN “Se trata de amenazas híbridas que combinan medios militares y no militares, abiertos y encubiertos, el uso de grupos armados irregulares y el uso de fuerzas regulares”.. La metodología híbrida, por lo tanto, se implementa para hacer que la separación entre luchador y no luchador sea humeante.

Es por ello que la Escuela de Infantería imparte cursos orientados a discriminar la amenaza, impartiendo una visión de la misión orientada a minimizar los daños colaterales.

Imágenes: Defensa en línea