Aparentemente, el Ejecutivo liderado por Conte tomó la decisión de prohibir el acceso a los puertos nacionales. Esto es lo que emerge de las declaraciones del Ministro de Relaciones Exteriores Di Maio: la emergencia covid-19 impide que Italia pueda otorgar puertos de desembarque bajo la nueva misión europea Irene.
Se necesitaba una pandemia para que nuestros gobernantes entendieran la importancia de los intereses estratégicos.
De hecho, el ministro continúa afirmando que Italia, en este momento, no está disponible para dar sus puertos para desembarques bajo la nueva misión de la Unión Europea a Libia para detener la entrada de armas (sin perjuicio del fuerte escepticismo, por nuestra parte, sobre su eficacia real. nda). No se trata de querer ser bueno o malo (en política exterior solo existen intereses nacionales, no hay sentimientos. NDA), es simplemente una cuestión de medir nuestras fortalezas y ponerlas al servicio de los ciudadanos.
También agrega que Italia ahora no puede, pide y quiere ser ayudado (¿de otros países europeos?).
Entonces, a pesar de la emergencia de salud que ha afectado a Europa, la misión de monitorear el tráfico marítimo a Libia aún está en curso. Sin embargo, le faltará el apoyo logístico esencial de Italia.
La misión Irene reemplazará al anterior Sophiapero con un mandato más fuerte.
A fin de cuentas, nos parece que la nueva misión europea es también una copia de la anterior (la misión Sophiaen la práctica, tenía el único propósito de recuperar a los migrantes en el mar y llevarlos a los puertos italianos).
Por lo tanto, es inevitable que el gobierno italiano ponga sus manos adelante, cerrando los puertos, dada la imposibilidad, en este momento, de gestionar los flujos de migrantes, sabiendo perfectamente que no habríamos recibido ayuda de ningún otro socio europeo.
Foto: Presidencia del Consejo de Ministros.
