La reina esta muerta. Larga vida al rey.

(Para Gino Lanzara)
08/09/22

Fue un reinado muy largo, que atravesó uno de los periodos más complejos de nuestra era. Elizabeth Windsor era la reina; su destino quedó sellado al nacer con su nombre.

Ella era la Reina de un Reino que acababa de salir de una guerra devastadora, un Reino que todavía estaba descartando su apariencia imperial, acompañada por el discurso de guerra de un Rey más valiente de lo que Inglaterra podría haber esperado. Y la hija no podía quedarse atrás. Pequeño, agraciado, pero duro, templado, acompañado de un cónyuge franco, poco formal, pero siempre presente.

Fue la Reina de la crisis de Suez, de las Islas Malvinas, de los 15 primeros ministros que nombró personalmente. Fue la Reina de los Beatles, de los Rolling Stones, del punk; vivió y gobernó un país antiguo y lo acompañó hacia el futuro.

La perfección ciertamente no es humana, ni siquiera para la Cabeza de una Iglesia, pero en cualquier caso, con razón o sin ella, antepuso a San Jorge a cualquier otra cosa. Después de todo, puede ser difícil juzgar quién, aun pudiendo evitarlo, permaneció al lado del Rey mientras los cohetes caían sobre Londres.

Si el Reino sigue unido, tal vez se lo deba a ella, al respeto y al cariño que le tiene la mayoría de la gente. Isabel pasa una herencia difícil y compleja en medio de una guerra desatada por ese mismo pueblo fuertemente apostrofado por el príncipe Felipe, a quien la Revolución Roja exterminó a una familia.

Ahora es el momento del respeto. Para una Reina, para un país antiguo, para un pueblo.

¡Dios salve al rey!

Foto: Ministerio de Defensa del Reino Unido