¿Se puede replicar la simple (cabreada) sabiduría de un trabajador en el mundo militar?

(Para Andrea Cucco)
27/09/22

Saliendo del aeropuerto voy caminando por la acera para llegar al auto cuando observo una escena singular entre trabajadores de tierra... El de atrás -con la cara roja- les grita a otros dos mientras empuja una larga fila de carritos que en varios lugares se superponen en lugar de fluir suavemente.

"Y luego deja de lloriquear con los jefes. Siempre estás pidiendo permisos, horas extras o los 5 euros extra... ¡pero mira con qué cosas nos hacen trabajar! ¿De esta? Problemas para quejarse???". Enfurecido, agarra y sacude uno de los carros a lo largo de la serpentina con las diversas jorobas que, obviamente mal diseñado, se tambalea pero no regresa.

Colegas, avergonzados, son incapaces de susurrar nada más que "tienes razón".

Como todos vemos a menudo la recogida de carritos en cualquier supermercado, estaba claro que algo andaba mal allí. La anomalía, sin embargo, no estuvo en la mala selección anterior (quién sabe cuán desinteresada...) de una herramienta de trabajo, ¡sino que alguien se quejó!

La pregunta que me hago por tanto al pensar en Defensa es: Es posible que en un período de guerra, en el que un día podría realmente contarse con numerosas víctimas entre los servidores del Estado, las pretensiones "sindicales" (que ahora compiten también en el campo militar) deban casi siempre dirigirse a salarios, horas extraordinarias, recuperaciones , indemnizaciones… ¿Y casi nunca los demasiados equipos inútiles, malos o incluso peligrosos con los que tienes que trabajar?

De archivo: Ejército italiano