Libia: somos el problema

(Para Andrea Cucco)
03/01/20

Ante el fracaso de todas las iniciativas políticas y diplomáticas implementadas por todos los gobiernos italianos en los últimos años, no descubriremos el agua caliente con los análisis banales y tardíos de hoy: los hicimos hace muchos años cuando provocaron irritación al informar lo que se recopiló entre la gente. Municipio libio. La indicación era inequívoca: la única persona capaz de reunificar el país era Haftar. Por otro lado, si quisiéramos tomar el pulso de la situación en Italia hoy, y fuéramos (por pura hipótesis) un periódico independiente, ¿iríamos a cualquier bar por la mañana para hablar con la gente o escucharíamos las declaraciones confiables de un político a cargo?

Lo que Libia arriesga hoy es la sirización: una "devastación sin horizonte". Con la intervención turca en el país a pocos días de un incómodo epílogo (sobre todo para quienes durante años apoyaron a un títere que en Trípoli ni siquiera podía salir del baño sin escolta), se volverá a proponer un guión ya visto: el de las bestias. inhumano en el trabajo. Cientos de yihadistas han sido trasladados desde Siria a Tripolitania desde hace mucho tiempo.

¿Son nueve años de sangre y violencia suficientes para pensar que otros deben dar un epílogo al drama combinado en 2011 a nuestra costa?

¿Deberíamos hablar entonces / todavía sobre alternativas o soluciones? 

No. En este punto, tenemos que apartar los ojos de la pantalla e ir a nuestro interior, a nuestra conciencia como seres humanos.

¿Es aceptable sentirse civilizado o simplemente "bueno" después de haber traído la anarquía maliciosamente a un país y, lo que es peor, después de haber estado indefenso y enojado durante años? Porque este es el problema: la constitución, tan elogiada pero el resultado de una derrota militar, también dirá que "lItalia repudia la guerra como un instrumento ofensivo contra la libertad de otros pueblos y como un medio para resolver disputas internacionales " pero no dice "La guerra no existe".

Al entrar en conflicto, es la fuerza la que da peso a la diplomacia, no las ideas o ideologías lisérgicas.

Perdona la comparación, pero si estuvieras en guerra ... estarías más disuadido de encontrar la paz con Topo Gigio que te dice frente a una multitud (o en directo) "detente o te romperé la cara" o con Conan el bárbaro que susurra en aparte a la oreja "No quiero abrirte a medias con mi hacha, sentémonos y pensemos con calma"?

Marco: RAI