Miércoles 31 de mayo a las 21.00 horas "En los albores del ejército italiano: la experiencia napoleónica y la formación de una clase militar"

26/05/23

En 1797, la llegada del general Bonaparte a Italia marcó el final de un sistema político basado en los principios deAntiguo Régimen. Las tropas de la república francesa trajeron un soplo de aire fresco, con la introducción de principios de gobierno basados ​​en la igualdad y el fin de los privilegios para determinadas clases sociales. Estos cambios afectaron también al sector militar donde muchos estados, antes de la llegada de los franceses, dependían para su defensa de la contratación de regimientos mercenarios con una mínima participación nacional. La única excepción fue el Reino de Cerdeña, que podía desplegar un ejército estructurado, pero con una cadena de mando obsoleta e ineficiente.

De 1797 a 1799 diversas realidades estatales experimentaron el nuevo rumbo institucional replicado en el modelo francés, instaurando una especie de defensa nacional donde todos los ciudadanos estaban llamados a contribuir a la defensa del estado. El primer experimento fue el Guardia nacional, una herramienta útil para la educación de los sujetos para convertirse en ciudadanos, seguida de la formación de la gendarmería y luego los regimientos de línea y caballería. Esta transformación tuvo distintos desenlaces, según el lugar donde se emprendió, sin embargo la mejor experiencia fue en la nueva República Cisalpina (establecida el 29 de junio de 1797) donde muchos acudieron al llamado del General Bonaparte.

La contrarrevolución de 1799 supuso un duro revés, sin embargo las formaciones militares nacidas en los años anteriores tomaron parte activa en la lucha contra los austro-rusos. La victoria de Marengo el 14 de junio de 1800 selló el dominio napoleónico en Italia, reanudando la obra de reforma administrativa y de defensa con mayor fuerza y ​​más convicción. Los cimientos sobre los que descansaba el reclutamiento seguían siendo voluntarios, sin embargo, las necesidades y demandas políticas de los primer cónsul Napoleón presionó para que se introdujera el servicio militar obligatorio también en Italia.

Con la llegada del Imperio y la creación del Reino de Italia (1805) nació el primer ejército italiano aunque -recordemos- sólo afectaba a una parte del territorio nacional. El ejército del Reino de Italia participó en todas las campañas del Imperio, educando generaciones enteras de oficiales y soldados en el oficio de las armas que, en los años posteriores a la Restauración, permitió el nacimiento tanto de un sentimiento nacional, pero sobre todo de una clase militar consciente de algunos valores fundacionales del Risorgimento.

Hablaremos de eso Miércoles 31 de mayo a las 21.00 horas con el historiador Paolo Palumbo, autor de "Alto en peligro. Soldados italianos y napolitanos en la Campaña Española 1808-1813".

Nos vemos allí!