Carta a Online Defense: "Cielos azules, Luigi"

07/11/22

Un accidente de avión es siempre una tragedia ante la que uno nunca permanece indiferente. Así, en los últimos 3 días los medios de comunicación han prestado mucha atención a lo ocurrido el sábado por la mañana en Foggia. Quizá demasiado, ya que la búsqueda morbosa de público conduce incluso a un respeto imperante por el dolor de una familia que aún no conoce... 118 médico.

Pero de los pilotos? Quiero esperar que no se les dé la responsabilidad "a pesar de todo".

En ese accidente perdí a un amigo, al que hacía mucho tiempo que no escuchaba, pero que había dejado en mí el recuerdo de una persona sencilla, educada y modesta que algún día habría vuelto a encontrar con gusto. Así pasan los años y luego lees su nombre en los periódicos...

Hablo del comandante Luigi Ippolito, y lamento no poder hacer lo mismo por su copiloto en ese vuelo fatal, pero solo sé su nombre, Andrea Nardelli.

Dado que los hechos a los que me refiero son realmente de hace muchos años y sucedieron en una experiencia profesional diferente a la que lo llevó a su último vuelo, Luigi era un piloto experimentado, tanto de aviones como de helicópteros y no era de los que tenían el camino allanado. Hizo sacrificios, llevó a cabo (y ganó) batallas por la seguridad de vuelo, teniendo que tirar más de un bocado amargo, antes de recibir el merecido éxito y regresar a casa a Foggia.

Cuando hablamos de "conductor experto" muchas veces es sinónimo de "atrevido", pero no es así. Sus pensamientos fijos estaban en su familia y esto, unido a la profesionalidad y experiencia adquirida, es suficiente para hacernos pensar en un jinete prudente.

El lado humano, como quizás ya se desprende de lo que escribí, era el de una persona que siempre estaba disponible y que siempre se ponía al nivel de su interlocutor aun cuando éste pudiera ser superior.

Cielos azules, Luigi

La forma en que te conocí, lo que te pasó fue un destino injusto, hacia ti y tu familia.

Cielos azules para ti también, Andrea y mucha voz para tus padres.

No nos hemos conocido, pero seguro que la última frase que escribí para Luigi también es válida para ti.

Así fue... ¡Un día tal vez hasta entendamos lo que la vida quiere enseñarnos, cuando pasen cosas como esta!

Andrea Troncone