2016, desde el inicio del nuevo año, un tema en el que pensar a tiempo

(Para Andrea Pastore)
02/01/16

Con el inicio del nuevo año nos planteamos objetivos nuevos, ambiciosos, interesantes, pero muy pocas veces nos dejamos ir a la reflexión; queda relegado a los balances finales, al examen final, en definitiva, al llamado trazar la línea para averiguar la suma. Hoy intentamos derribar los tópicos en un intento de realizar una reflexión preventiva sobre un tema en particular: el tiempo.

Superfluo sería partir de la semántica, mejor una adaptación práctica del concepto: en todas las escuelas de la guerra mundial el lección n.1 recita que el tiempo es una restricción, en cuanto a la lección n. 2 Se resalta la no repetibilidad, la no expansión o incluso la posibilidad de comprimir este recurso. En resumen, para las cosas militares, como para el resto del conocimiento humano, el tiempo es un asunto muy serio.

¿Qué novedades hay entonces en estas líneas? Probablemente ninguno, solo hallazgos, pero según las consideraciones anticipadas del gusto del presupuesto en lugar de los pronósticos. Bajando a la noticia de que tal vez se convierta en historia el nuevo año 2016 nos muestra que Rusia en el nuevo concepto estratégico elige a EE. UU. Y la OTAN como los primeros enemigos de la Federación, que Bélgica y Francia de políticas multiétnicas están llenas de dudas sobre las opciones. del pasado, así como asustado y bloqueado por un terrorismo latente, mientras que los alemanes ciegan a Mónaco el día de Año Nuevo, un caso extraño, después de haberse expuesto en un posible papel de liderazgo para la crisis de Libia.

Para leer estas noticias, parece que el tiempo y la historia no enseñan nada y, ciertamente, la historia no es una cuestión didáctica; sin embargo, casi nunca ha demostrado ser una herramienta eficaz para preparar el futuro, ¿pero el tiempo? Aquí el discurso es diferente, ya que Platón describió este elemento como dotado de ciclicidad regular, en resumen, "todo vuelve" se repite circularmente, bueno como malvado, errores y horrores. Entonces, ¿qué hacer para evitar quedar atrapado en el escándalo del pasado y en sus estafas?

Podríamos dejar que la inminente inmanencia del regreso nos aprisione, en absoluto, afortunadamente es el mismo momento de ofrecernos con una cadencia periódica de las mentes superiores capaces de saber cómo domesticar sin enjaularlo, pero administrando la intemperancia, fue así como la cesárea circumvallatio hizo que el tiempo percibido por los asediados fuera una desventaja en comparación con los asediadores, Kennedy demostró la misma capacidad para administrar el tiempo en la crisis de los misiles de Cuba, donde las tácticas, la estrategia y la política se fusionaron en un solo evento, en una sola vez.

Mil otros serían ejemplos, pero la exégesis no es uno de los fines del deseo, porque al fin y al cabo, hablar del tiempo al comienzo de un nuevo año es una forma como cualquier otra de esperanza, mirar al mañana con renovada confianza, consciente de tener que afrontar los desafíos de cada día bajo la atenta mirada del tiempo, un padre ciertamente no generoso y benévolo, pero en última instancia solo por la transposición del intelecto supremo y aquí el regreso a lo trascendente, quizás porque en el fondo nadie es capaz de captar la grandeza del paso, nadie puede determinar qué es lo que está impregnando e igualmente relativo.

Una certeza, sin embargo, cada día tenemos el recurso de tiempo disponible, debemos poder explotarlo al máximo, para que pueda ser una ventaja, para que podamos vivir la vida de los asediadores y no asediados, por estas razones, buen año 2016 para todos y buen tiempo.