¿La dignidad de una medalla?

(Para Antonio Lombardi)
14/11/22

En estas horas, destaca en toda la prensa la decisión del general (ris) Antonino Li Gobbi, excomandante del genio del ejército, de querer devolver al Estado francés la condecoración "Medaille de Bronze de la Dèfense Nationale" conferida a él 1996 por el ministerio de Defensa en una de sus misiones en los Balcanes.

Soldado de larga y prestigiosa carrera, fue condecorado, entre otras, con dos cruces de plata y una de bronce al mérito del ejército, con el honor de comandante y oficial de mérito de la República Italiana. Ha participado en misiones de la ONU en Siria e Israel y de la OTAN en Bosnia, Kosovo y Afganistán. Fue jefe del departamento de operaciones de la comando operacional de fuerzas interfuerzas (antiguo COI) y J3 Jefe del Centro de Operaciones de SHAPE y Director de Operaciones del Estado Mayor Internacional de la OTAN en Bruselas. Es licenciado en Ciencias Internacionales y Diplomáticas en Trieste y Máster en Ciencias Estratégicas en la Universidad de Turín.1.

En su entrevista con Adnkronos, juzga "fuera de lugar y desproporcionado" Los ataques de Francia a Italia sobre el tema de los inmigrantes agregando que "la historia del colonialismo francés, las raíces de un problema que está en el norte de África y del que no se puede decir que Francia esté libre de culpa: muchos de los que llegan a Italia, pero que no apuntan a nuestro país, proceden de ex franceses colonias, por parte de París debería haber un sentido de corresponsabilidad que faltaba”.

"Dado que creo que no ha habido la debida previsión en la gestión de la actividad reciente relacionada con los desembarcos y las ONG por parte de Italia, una prueba de fuerza sin evaluar todas las consecuencias, sin una planificación que podría haber incluido también instrumentos legislativos, la reacción francesa fue desproporcionado por decir lo menos". El general destaca la actitud "como el primero de la clase o como un maestro que regaña al pequeño niño capaz por el que sentí incomodidad, tanto que presioné para devolver la condecoración que me había sido otorgada por Francia".

El general Li Gobbi es el soldado que en 2019, en otra entrevista, declaró: “De nada sirve cierta propaganda dirigida a presentar a los militares como boy scouts, que distribuyen ayuda y construyen hospitales de campaña. Por supuesto, esto también se hace. Pero no vas a Afganistán solo por esto. Si presentas a los militares como ONG, me pregunto: si tienen que hacer el mismo trabajo, ¿por qué los primeros están armados y los segundos no?”..

No es la primera vez que un soldado decide devolver un honor y más precisamente al estado francés. Todos recordamos cuando en 2011 el general Leonardo Tricarico devolvió la "Legion d'Honneur", una orden de caballería establecida por Napoleón Bonaparte en 1802 y el honor transalpino más prestigioso. También para el ex Jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire se le concedió la condecoración en los Balcanes y más precisamente durante el conflicto de Kosovo.

Era un gesto con el que el alto funcionario quería protestar por el comportamiento irrespetuoso del presidente francés Nicolas Sarkozy durante un ya famoso telón con su colega alemana Angela Merkel. La condecoración fue devuelta al embajador francés en Italia y en la carta adjunta, Tricarico escribió: "Me veo obligado a privarme con pesar y disgusto -del honor- ante el comportamiento irrespetuoso de Sarkozy hacia Italia".

El general había expresado que “Con la concesión de ese honor, Francia quiso premiar el espíritu de colaboración que en 1999 caracterizó los 78 días de militancia común en la campaña de Kosovo. En este momento, sin embargo, no encuentro ninguna justificación para la burla, el guiño irrespetuoso y los gestos ridículos utilizados anteayer en Bruselas hacia el Primer Ministro italiano, y por lo tanto de todos los italianos, pero sobre todo hacia un aliado en dificultades para razones políticas internas”.

En el post scriptum final el general narró: "El 25 de noviembre de 1916, nuestro aviador, el capitán Francesco Baracca, derribó al oficial de reconocimiento austrohúngaro del teniente Kalman Sarkozy, quien fue hecho prisionero. Aunque el parentesco de ese aviador húngaro con el actual presidente es incierto, el 'episodio indica que los italianos saben ganar sus batallas. Incluso cuando nos enfrentamos a un Sarkozy”.

Cada uno de nosotros puede pensar de manera diferente sobre si devolver o no un honor. Puede leerse, para algunos, como una falta de respeto hacia el otorgante pero, seguramente, no se puede negar que hacerlo por orgullo por la patria requiere al menos valentía.

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