La evolución de las relaciones internacionales entre Rusia e Israel

(Para Maria Grazia Labellarte)
16/06/16

Al analizar la dinámica de la historia de las relaciones ruso-israelíes, descubrimos lo complejas que son y quizás más que otras llenas de ideas y fascinantes. En 1948 la URSS apoyó la creación del estado de Israel, relaciones que luego se rompieron cuando el Guerra de seis dias y el del Ramadán, respectivamente en 1967 y 1973, cambiaron el curso de la historia en Oriente Medio.

En el siglo XXI, el escenario político internacional ha sido testigo de un estrecho enfrentamiento entre las dos naciones, no inmune a las tensiones y la desconfianza mutua, pero aún marcado por el deseo de apoyo mutuo. En abril 2005 Vladimir Putin fue el primer presidente ruso en visitar Israel, con la consecuente visita al Muro de las Lamentaciones, un lugar sagrado y, al mismo tiempo, símbolo del judaísmo.

El evento se repitió en 27 2012 junio, sellado por la visita oficial de Netanyahu en Moscú el 7 de junio de este año, 25 ° aniversario de la reanudación de las relaciones. Si las primeras visitas estuvieron relacionadas con aspectos formales y de alguna manera ideológicos, en la última reunión se prestó especial atención a las cuestiones relativas a la cooperación bilateral.

Al analizar los aspectos geopolíticos de los últimos años, es inevitable examinar la posición de ambos países en el contexto del conflicto sirio.

La intervención rusa en favor del presidente Bashar al-Assad, y el consecuente fortalecimiento de las bases militares rusas en Siria forzaron inevitablemente a la política exterior israelí a lidiar con los movimientos de campo de Vladimir Putin.

Desde los primeros días de la guerra en Siria fue clara intención de Israel de no intervenir directamente, pero al mismo tiempo para protegerse del posible fortalecimiento de sus enemigos históricos: en primer lugar deberá Tel Aviv era evitar la transición y la transferencia de armas desde Irán al espantapájaros israelí omnipresente, Hezbolá. Desde el comienzo de la guerra en Siria, de hecho, numerosos convoyes de armas destinados a la Fiesta de Dios afectados por la aviación israelí tanto en territorio libanés como en territorio sirio. Si añadimos a estos eventos concretos la gran preocupación de Israel acerca de la venta por parte de Moscú de la tierra-aire S-400, uno puede entender la razón de interés de Tel Aviv en el mantenimiento de relaciones estables con el Kremlin.

El S-400 ha demostrado ser extremadamente eficaz, hasta el punto de socavar el dominio absoluto de los aviones israelíes en toda la región, limitando de hecho su capacidad operativa en el espacio aéreo sirio.

Sin embargo, en septiembre 2015 resultado de la visita de Netanyahu a Moscú, el primer ministro israelí dijo que había acordado un mecanismo para evitar posibles fricciones futuras entre los dos países, reiterando que Israel y Rusia tienen muchos intereses comunes en el Oriente Medio , garantía para un escenario de paz y estabilidad.

Pasando al frente ucraniano, Israel tomó una posición aislada pero a la vez clara a favor de Rusia en la ONU. Abstención en la votación sobre la resolución de la ONU que condena la anexión de Crimea y la política rusa en Ucrania, ha sorprendido a los Estados Unidos, lo que aumenta aún más la brecha ya evidente entre las opciones de Tel Aviv y las políticas del Medio Oriente de Washington.

Está claro que Israel, en un intento de llenar el vacío político creado por la administración de Obama en la última década en toda la región, no le importa una notable mejora en las relaciones con Rusia de Vladimir Putin, ahora socios estratégicos en muchas áreas. El enemigo islamista común podría ser la base para el desarrollo de nuevos acuerdos futuros.

(foto: web)