Los Balcanes en la cuerda floja: Kosovo-Serbia entre crisis política y tensiones, la OTAN vigila

(Para Guglielmo María Barbetta)
14/03/25

Las tensiones entre Kosovo y Serbia siguen siendo uno de los principales desafíos en los Balcanes. Las elecciones celebradas en Kosovo el 9 de febrero de 2025 pusieron de relieve aún más la fragilidad del diálogo entre Pristina y Belgrado, poniendo de relieve las profundas divisiones políticas y sociales que dificultan un acuerdo duradero.

Desde la declaración unilateral de independencia de Kosovo en 2008, Serbia ha seguido sin reconocer a la antigua provincia como Estado soberano, manteniendo una influencia significativa sobre la población serbia que vive en el norte de Kosovo. Las tensiones entre ambos países se han intensificado en 2023 con una serie de enfrentamientos entre grupos serbios y fuerzas kosovares, que culminaron en incidentes violentos, como el ataque de septiembre en el norte de Kosovo que dejó un policía kosovar y tres serbios muertos. El episodio marcó el peor aumento de tensión entre las dos comunidades en los últimos años y llevó a la OTAN a reforzar la presencia de la misión KFOR.

Las elecciones parlamentarias del 9 de febrero de 2025 en Kosovo vieron caer el apoyo a Vetëvendosje (VV), el partido del primer ministro Albin Kurti, que obtuvo el 40,9% de los votos, sin lograr la mayoría absoluta. El Partido Democrático de Kosovo (PDK) obtuvo el 22,11% de los votos y 25 escaños, seguido por la Liga Democrática de Kosovo (LDK). Sin embargo, el verdadero punto de tensión sigue siendo el boicot a las instituciones kosovares por parte de Lista Srpska, el principal partido serbio en Kosovo. La participación electoral fue del 35 por ciento a nivel nacional, con porcentajes aún más bajos en los municipios de mayoría serbia, donde la participación fue de alrededor del 3 por ciento. Esta situación pone de relieve una profunda crisis política y social, agravada por la ausencia de un acuerdo de normalización entre Kosovo y Serbia.. La Asociación de Municipios Serbios, organismo prometido en el Acuerdo de Bruselas de 2013, sigue siendo un asunto sin resolver: Pristina lo considera un riesgo para la soberanía de Kosovo y Belgrado lo considera una garantía necesaria para la protección de los derechos de la minoría serbia.

El 11 de marzo de 2025, el ex primer ministro holandés y actual secretario general de la OTAN, Mark Rutte, viajó a Kosovo para reunirse con el primer ministro Kurti y las autoridades locales, instando a acelerar el diálogo con Serbia. Rutte reiteró el papel de la OTAN para garantizar la seguridad de la región y destacó la importancia de un acuerdo para la normalización de las relaciones entre los dos estados, diciendo que tal proceso "Aporta mayor estabilidad, más oportunidades de inversión y una seguridad duradera en toda la región, beneficiando a todos".

Actualmente, aproximadamente 4.500 efectivos de la OTAN están desplegados en Kosovo como parte de la misión KFOR, encargada de mantener la estabilidad y garantizar la seguridad de las comunidades locales. El Gobierno de Kosovo ha reiterado en repetidas ocasiones la necesidad de mayores garantías internacionales para proteger al país de una posible agresión serbia, mientras que Belgrado ha pedido una mayor autonomía para la minoría serbia de Kosovo.

La Unión Europea media en el Diálogo de Bruselas entre Serbia y Kosovo desde 2013, con el objetivo de promover la normalización de las relaciones. Sin embargo, el progreso ha sido limitado, a pesar del Acuerdo de Ohrid de 2023. Su falta de implementación ha alimentado aún más la tensión y la incertidumbre en la región.

Serbia, que aspira a unirse a la UE, todavía está vinculada a Rusia y China, lo que hace aún más complejo el camino de la integración europea de ambos países..

Sin un compromiso político concreto de ambas partes y sin una mayor participación de la UE y la OTAN, el riesgo de nuevas crisis entre Kosovo y Serbia sigue siendo alto. El futuro de la región dependerá de la voluntad de las partes de respetar los acuerdos existentes y de la capacidad de la comunidad internacional para mantener la estabilidad y evitar una escalada de tensiones.

Foto: OTAN