Convención de Ottawa contra las Minas Antipersonal: Polonia y los Estados Bálticos consideran retirarse

(Para Guglielmo María Barbetta)
21/03/25

Polonia, Estonia, Letonia y Lituania anunciaron recientemente su intención de retirarse de la Convención de Ottawa, el tratado internacional de 1997 que prohíbe el uso, la producción, el almacenamiento y la transferencia de minas antipersonal. Esta elección surge de una creciente percepción de la amenaza rusa y de la necesidad de fortalecer la defensa a lo largo del flanco oriental de la OTAN, en un contexto geopolítico cada vez más inestable.

Desde la ratificación de la Convención Internacional sobre la Prohibición del Empleo, Almacenamiento, Producción y Venta de Minas Antipersonal y sobre su Destrucción (también conocida informalmente como el Tratado de Ottawa) en 1999, la situación de seguridad en la región ha cambiado drásticamente. La invasión de Ucrania por parte de Moscú ha puesto de relieve la vulnerabilidad de los vecinos de Rusia y de Bielorrusia, lo que ha suscitado temores de futuras agresiones y los ha llevado a considerar nuevas estrategias para garantizar la seguridad nacional.
De hecho, los ministros de Defensa de los cuatro países han subrayado que Las amenazas militares a los estados miembros de la OTAN han aumentado significativamente, lo que requiere una mayor flexibilidad en la adopción de sistemas de armas como herramienta de disuasión..

La retirada de la Convención de Ottawa requiere una notificación formal a las Naciones Unidas y la aprobación de los respectivos parlamentos nacionales. La primera ministra letona, Evika Siliņa, confirmó que se presentará un proyecto de ley al Parlamento la próxima semana y destacó que la decisión final dependerá del legislador. Polonia y los demás países bálticos también están siguiendo caminos similares para cambiar su posición jurídica respecto del tratado.  

Reacciones internacionales

Retirarse de la Convención permitirá a estos países producir, almacenar y potencialmente utilizar minas antipersonal como parte de sus estrategias de defensa. Sin embargo, esta medida ha suscitado inquietudes entre los activistas mundiales del desarme y organizaciones internacionales como la Comité Internacional de la Cruz Roja e Human Rights Watch Ya han advertido de las posibles consecuencias humanitarias del regreso de las minas terrestres, que han causado miles de víctimas civiles en varios conflictos.  

A pesar de las críticas, Polonia, Estonia, Letonia y Lituania reiteraron su compromiso de respetar las normas internacionales y el derecho humanitario, afirmando que su prioridad sigue siendo la protección de sus ciudadanos y la disuasión ante una posible agresión. Los gobiernos de estos países también agradecieron el apoyo recibido de los aliados de la OTAN, destacando la importancia de fortalecer el flanco oriental de la Alianza para disuadir posibles ataques.

La decisión de Polonia, Estonia, Letonia y Lituania podría abrir el camino a una revisión más amplia de la Convención de Ottawa en Europa. Finlandia, que comparte una larga frontera con Rusia, ya ha iniciado discusiones internas sobre la posibilidad de tal retirada, mientras que otros países de la región podrían verse obligados a hacerlo. reconsiderar su posición a la luz de la nueva dinámica de la seguridad global.

Foto: Ejército de EE. UU.