La crisis ruso-lituana no se apaga: Moscú y Minsk cada vez más irritados

(Para David Rossi)
26/06/22

Vilnius llama, Minsk responde. Así, podemos resumir las (enésimas) horas frenéticas en las relaciones entre la pequeña pero atrevida Lituania y los últimos regímenes ex (¿neo?) soviéticos en Europa.

Pero vamos en orden. El mes comenzó, como recordarán los lectores, con la Duma rusa queriendo negar la independencia de la República de Lituania y continuó con el bloqueo del tránsito de mercancías sancionadas y con destino al Óblast ruso de Kaliningrado en tren y camión por el mismo Báltico. estado.

El presidente lituano, Gitanas Nauseda, pidió a principios de este fin de semana a la OTAN que tenga una presencia más visible en los estados bálticos para contrarrestar la amenaza que Rusia representa a través de Bielorrusia. Los cambios que han tenido lugar en Minsk son enormes y hacen que Lituania sea más vulnerable a un rápido ataque ruso. Para ello, requieren un cambio en los arreglos de seguridad de la región. La Bielorrusia de hoy no es más que una provincia más que el imperio de Putin donde el ejército ruso puede hacer lo que quiera para mover fuerzas, para desplegar equipos. La nueva realidad no nos deja tiempo para reaccionar, porque fácilmente podrían desplegarse tropas rusas muy cerca de nuestra frontera y no habrá tiempo para refuerzos. Más allá del caso individual de Lituania, lo más importante para los países bálticos es tener garantías muy claras de los aliados de una presencia militar avanzada de la OTAN más visible.

En cuanto a la guerra, ni siquiera ha surgido la duda Hamletic de nuestros políticos de si se puede suministrar armas a Ucrania para su defensa: al contrario, ha argumentado que debemos hacer todo por Ucrania, brindándole todo tipo de apoyo, incluyendo (también y sobre todo) armas pesadas, rápidamente y en cantidades importantes. El tiempo y los números importan en esta guerra. Finalmente, precisó que debemos actuar así porque el Kremlin pretende atacar los valores occidentales, cortar los lazos transatlánticos y someter a Europa a la voluntad de Rusia.

No podía faltar la respuesta de Minsk, que fue la primera en ser cuestionada, así como de Moscú, que no oculta que considera a Vilnius su principal oponente en Europa.

El autoproclamado presidente bielorruso Lukashenko -recordemos: su última reelección fue considerada una verdadera farsa por muchos gobiernos, no solo occidentales-, durante la reunión de hoy en San Petersburgo con el homólogo ruso Putin definió una verdadera declaración de guerra por parte de Lituania de haber aislado el oblast ruso de Kaliningrado y ofrecido al Kremlin oponerse a Occidente también a través de Bielorrusia. Así, Putin tomó la pelota y anunció el próximo despliegue de misiles hipersónicos -sobre los que se pueden montar ojivas convencionales y nucleares, precisó- en territorio bielorruso.

Patrushev, el secretario del Consejo de Seguridad de Rusia pero sobre todo la verdadera eminencia gris (o alma negra, si se prefiere...) del Kremlin también se hizo oír: Rusia ciertamente responderá a tal acción hostil, tomará medidas que tendrán un impacto negativo grave en la población de Lituania.. Y pensar que aquí, bellas almas, hay quienes están preocupados por el impacto de las sanciones en la población civil rusa...

También pone nerviosos a los rusos el hecho de que aproximadamente la mitad de las tropas y equipos presentes en Kaliningrado hasta hace unos meses han sido trasladados a Ucrania. Estados Unidos, por otro lado, ha reforzado las fuerzas de la OTAN en Lituania, con unas 700 tropas estadounidenses rotando actualmente en el país para complementar un contingente regular de 1.150 alemanes, 250 holandeses y 200 noruegos.

Tampoco merece la pena la amenaza de cortar el suministro de gas, porque al hacerlo los rusos también dejarían sin ellos al resto de clientes bálticos, pero sobre todo encontrarían a Lituania conectada a la red europea.

Entre tantas tensiones y caras largas, ha surgido al menos una buena noticia para la comunidad rusa de Kaliningrado: las sanciones ya anunciadas al vodka ruso no entrarán en vigor hasta el próximo 10 de julio. Durante otras dos semanas, la bebida estará garantizada: luego, ya veremos...

Foto: Ejército de EE. UU.