En el mundo globalizado, damos por sentado el libre acceso a los recursos hídricos, esencial para la supervivencia de los pueblos. Sin embargo, en algunas zonas del planeta, el control del curso de un río puede ser motivo de enfrentamiento militar entre dos países.
En 2016, el CNRS (Centro Nacional de Investigaciones Científicas) informó que "El acceso al agua se ha convertido en un problema económico a escala mundial que podría convertirse [...] en una de las principales causas de las tensiones internacionales". Sobre todo porque según las proyecciones del Banco Mundial en 2016, para el 2030 las necesidades de agua podrían ser un 40% más altas de lo que está disponible. Algunas partes del mundo están más preocupadas que otras. Como en el caso del sudeste asiático, el Cercano y Medio Oriente y la región del Nilo.
Este es el caso de Kirguistán y Tayikistán, ambos adheridos al Tratado de Seguridad Colectiva, creado por Rusia en 2002, para garantizar la seguridad entre los estados miembros y la cooperación militar.
Los dos países asiáticos tienen un desacuerdo de larga data sobre la demarcación de sus respectivas fronteras. Esta disputa se acentúa por las cuestiones de acceso a los recursos hídricos. De hecho, hoy, las respectivas fuerzas armadas se enfrentaron, después de una serie de incidentes ocurridos en los alrededores del enclave tayiko de Voroukh, en Kirguistán, más precisamente cerca del sitio de distribución de agua de Golovnaïa, en el curso superior del río Isfara.
Para Bishkek, el área de Golovnaïa es estratégica para la República Kirguisa, que por lo tanto reclama la propiedad. Esto es obviamente disputado por Douchambé, basado en mapas elaborados durante el período de la Unión Soviética.
La semana pasada, dos trabajadores kirguís que trabajaban en esta zona desaparecieron. Más tarde resultó que habían sido detenidos por la policía de Tayikistán. Evidentemente, esto ha dado lugar a fuertes protestas diplomáticas. Ayer, los civiles de Tayikistán y Kirguistán se enfrentaron por el acceso al agua. Este estado de tensión ha degenerado en tiroteos entre las fuerzas armadas de los dos países. Estos enfrentamientos habrían causado al menos un muerto y 18 heridos, según una evaluación aún provisional.
Si bien los dos países se acusan mutuamente de haber encendido la chispa, Kirguistán dijo que sus fuerzas especiales habían tomado el control de un puesto fronterizo tayiko en respuesta a las ráfagas de mortero disparadas contra sus propios soldados. Una versión de los hechos impugnada por Douchambé, que acusa a las tropas kirguisas de haber abierto fuego contra los soldados tayikos desplegados en la zona de Golovnaïa.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia dijo "para seguir de cerca la situación".
Uzbekistán, que tiene relaciones difíciles con Tayikistán y que acaba de resolver sus disputas fronterizas con Kirguistán, ha pedido un "cese inmediato de las hostilidades" y ha ofrecido su mediación para resolver esta crisis.
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