En la cumbre de Bruselas del 25 de mayo, la Alianza hablará sobre su papel en la guerra contra el terrorismo internacional. Aún en estado de shock por el ataque en Manchester y avergonzado por la noticia proveniente de Filipinas, la oportunidad es favorable. Si hasta ahora la coalición anti-ISIS activa en Siria e Irak ha estado formada por países desplegados por iniciativa propia, ahora la música cambia: la OTAN se comprometerá directamente y cada estado miembro tendrá que hacer su parte.
En realidad, no hay nada concreto en la mesa, pero el cambio de ritmo decidido por Trump servirá para poner a todos en frente de sus responsabilidades. El primer objetivo es lograr que cada país alcance el umbral de 2% del gasto militar en comparación con el PIB.
Excepto Reino Unido, Polonia, Estonia y Grecia, nadie alcanza el presupuesto indicado. Ni siquiera Francia que para 2017 toca 1,8%. El pacifista italiano avanza a 1,1 con un aumento del 10% de 2016 en comparación con 1,01 2015. Aunque los números y porcentajes están relacionados con presupuestos muy diferentes (el 2,5% de Londres corresponde a $ 70 mil millones, el 2,2 de Tallinn a 460 millones), los datos importantes que surgen son todos políticos. Trump, quien en la campaña electoral había hecho truenos contra el papel de la OTAN y sus miembros, ahora tiene la oportunidad de echar a todos en la refriega.
La Italia de Gentiloni, a quien nadie ha preguntado cómo se comportará, desempeñará el papel de mediadora entre los halcones (Washington y Londres) listos para escalar y los reacios (París y Berlín), poco inclinados a las aventuras militares. Sabremos más sobre esto después de la reunión de Bruselas.
Lo cierto es que el ISIS, ahora en manos de Siria e Iraq, se ha convertido en un fenómeno de marketing: al mirar cómo nació y cómo se desarrolló, en esta fase histórica parece apropiado que todos lo combatan.
En cualquier caso, Italia llevará a cabo su tarea. Si por una razón u otra habrá que enviar hombres y vehículos a Siria, lo hará. Si por una razón u otra no será necesaria, no lo será.
(foto: OTAN)
