Enredo Pakistán. Cap.2: el taller de terrorismo

(Para Giampiero Venturi)
29/02/16

El ataque 29 en diciembre en Mardan sugeriría una verdad ya conocida: las Khyber Pakhtunkhwa (provincias del noroeste) y las áreas tribales en la frontera con Afganistán están fuera del control de Islamabad.

Vamos a entrar en detalles.

Hubo dos reclamos del ataque: el primero del grupo secesionista Jamat Ul Ahrar por el talibán pakistaní más famoso (Tehreek-Taliban), el segundo del mismo TTP. La división entre los dos grupos, reunida en el verano 2015, se debió a un acercamiento de los primeros a las modalidades operativas del ISIS. Recordemos que el ISIS y los talibanes, a pesar de la dificultad de encontrar diferencias, provienen de la misma matriz sunita de wahhabite, exportada desde Arabia Saudita.

El puente entre los dos sistemas, ambos capaces de gobernar en formas estatales territoriales (los talibanes sobre Afganistán, ISIS sobre uno inventado entre Irak y Siria) es Al Qaeda: Al Qaeda (Bin Laden) nacería de los talibanes afganos. del vaciamiento Qaedista en Siria (Al Nusra) se habría generado la fuerza del Califato.

En otras palabras, las diferencias se reducirían a rivalidades internas de liderazgo y métodos operativos. En estos temas, sin embargo, existe una convergencia general entre las operaciones del llamado Estado Islámico fuera de su territorio y las hazañas pasadas de Al Qaeda. Los ataques en París prueban esto.

Por lo tanto, es incorrecto exaltar las diferencias más que el vínculo ideológico que une tres realidades que son muy diferentes en el tiempo: los talibanes, ISIS y Al Qaeda. Teniendo en cuenta que los tres han generado una franquicia de terror, tal vez sería bueno centrarse en el cinturón yihadista sunita, independientemente de los diferentes acrónimos internacionales.

Aquí es donde regresa el papel de Pakistán. En abril 2015 hubo en Jalalabad el primer ataque reivindicado por ISIS en territorio afgano. Jalalabad está a 70 km de la frontera pakistaní y precisamente de las áreas tribales entre los dos países.

¿Es una coincidencia que la presencia de ISIS en Afganistán comience desde la frontera con Pakistán? El territorio indiscutido de los Tehreek-Taliban es precisamente Waziristan (una de las áreas tribales pakistaníes de la frontera) donde el líder Mehsud fue asesinado en el 2013.

La rivalidad en el suelo afgano entre neo acólitos ISIS y los talibanes son conocidos, pero en el olor de la reanudación de las hostilidades a gran escala en el 2016 primavera, cualquier eje entre el grupo islámico sunita wahabita no puede ser subestimada. No hay que olvidar que la cabeza de Al Qaeda (nacido en Afganistán) fue Arabia, ya que la mayoría de los milicianos reclutados voluntarios nell'ISIS y, especialmente, la financiación privada caída de Kuwait llegan a los bolsillos del Califato.

¿Cuál es la posición de Pakistán entonces?

Se sabe que Hamid Gul, el antiguo jefe de ISI (los servicios de Islamabad), murió en agosto 2015, después de administrar la Operación Ciclón (v.articolo) con la CIA durante los años de la invasión soviética de Afganistán, no ocultó sus simpatías abiertas en los años de 90 por Al Qaeda. El hecho es emblemático del doble (y triple) ritmo sostenido por la inteligencia pakistaní en los últimos treinta años y de las relaciones ambiguas entrelazadas con la propia CIA.

El ISI, según algunas fuentes acreditadas de agentes operativos de 10.000, es el puente de contacto con todos los grupos islamistas activos en el subcontinente indio, incluidos los grupos paramilitares que operan en Cachemira. En el área pastún entre Afganistán y Pakistán, no se mueve hoja que ISI no quiere ...

Si el patrocinio de la anti-extremismo indio en Cachemira (y Afganistán) se puede leer en "clave patriótica", mucho más difícil, sin embargo, para entender la naturaleza de las relaciones que el ISI tiene con el fundamentalismo anti-occidental. Las relaciones con los talibanes en Afganistán son competencia de JIN, la rama omnipotente del ISI. La línea de comunicación nunca se detuvo incluso durante la Operación Tormenta Negra del 2009 y la operación Zarb-e-Azb 2014 con el cual el ejército pakistaní trataría de recuperar el control de las provincias del noroeste (en particular los distritos de Swat y Shangla).

Las presiones de los Estados Unidos ejercen una campaña de bombardeos de aire para dar "señales fuertes" han hecho más que aumentar la moina paquistaní Mayor, muy ocupadas las tropas en movimiento sin tener que hacer nada definitivo. Cientos de militantes muertos por el ejército paquistaní en las dos ofensivas, han de ser consideradas víctimas para alimentar a la opinión pública mundial.

Por lo tanto, el objetivo de Islamabad parece delegar cada vez más el control futuro de Afganistán a las milicias pashtunes talibanas toleradas (y alimentadas) una vez que el compromiso de la misión ha terminado. Resolute Support. Cuánto hay de Califato o ex Al Qaeda es todo para ver. Cuánto se obliga a los Estados Unidos a tragar, también. El tríptico de Estados Unidos, Pakistán y Arabia Saudita está de vuelta, una relación forzada pero muy fuerte. En este sentido, la distancia de Islamabad por el llamado saudita a las armas contra el terrorismo internacional (v.articolo), aparecen poco más que una puesta en escena de medios.

Los ataques a Mardan, en Peshawar, en el oeste de Pakistán, son parte de este esquema nebuloso, pero de los cuales la propia CIA parece ser cada vez más prisionera. Sin Pakistán, el contacto con los grupos que operan en el área es imposible, como lo es la solución al rastreo afgano. Sin ISI, sin embargo, el control de Pakistán parece imposible.

(ver también: Enredo Pakistán. Cap.1: la guerra entre los picos de Cachemira)