Oportunidad de Trump. Estados Unidos ataca a Siria. ISIS exulta

(Para Giampiero Venturi)
07/04/17

Acerca de los misiles 60 Tomahawk fueron lanzados por la Marina de los Estados Unidos contra la base aérea de Al Sharyat en Siria. El ataque fue realizado por destructores de misiles. Ross e Alfarero della classe Arleigh Burke, que se cruzan en el mediterraneo.

Además de algunas muertes entre el personal de la base, se registraron algunos daños materiales: infraestructuras (hangar, pista única, almacenes) y unos 9 cazas destruidos. No había personal ruso en la base en el momento del ataque.

La base siria se encuentra a unos 20 km al sureste de Homs y es la estructura principal utilizada para proporcionar cobertura aérea al frente de Palmira y Deir Ezzor. Apenas unas horas después del ataque, las unidades de ISIS tratarían de aprovechar la situación bombardeando puestos de control y posiciones del ejército sirio.

El ataque sería la respuesta de Assad al supuesto uso de armas químicas, aunque hay fuertes indicios de que los rebeldes estaban fabricando armas no convencionales.

Tan pronto como la noticia del ataque, que militarmente tiene el efecto inmediato de ayudar al Estado Islámico, el presidente turco Erdogan y el líder israelí Netanyahu han expresado su satisfacción.

¿Qué pasa entonces en Siria?

Trump cierra el anuncio del ataque, llamando al mundo entero a las armas contra el terrorismo.

En una primera lectura el cortocircuito es total. El Presidente de los Estados Unidos, en tan solo 24 horas, habría renunciado al proyecto de colaboración contra el fundamentalismo propuesto a Rusia y decidió sacarlo con Siria, aliada de Moscú y en este momento el único país del mundo que lucha en el terreno a los fundamentalistas. islámica. Ni siquiera Obama había logrado hacer mucho.

El backstage es perturbador. Forzado por el lobby militar anti-ruso para moverse, el presidente demostraría que él no es un títere en manos de Moscú.

Después del torpedo de Michael Flynn y Bannon, los atlantistas de la vieja guardia parecen dominar y exaltar. Trump se vería obligado a alejarse cada vez más de lo que prometió en política exterior durante la campaña electoral.

Para reunir el frente interno, formado por demócratas intervencionistas (a pesar del golpe del 9 de noviembre, Hillary Clinton lleva semanas llamando a todas las cancillerías occidentales a la guerra contra Assad) y republicanos conservadores vinculados a la lógica de la Guerra Fría, Trump tuvo que moverse. Que lo hizo de manera incorrecta, lo veremos en el futuro cercano.

Debe decirse, sin embargo, que con toda probabilidad el ataque seguirá siendo aislado y políticamente demostrativo. Por el momento, el presidente estadounidense habría frenado a los halcones antirrusos de Washington que se retuercen ante la idea de un eje con Putin y que presionan contra su investidura (se habla de juicio político prácticamente desde el 20 de enero, día de la investidura).

Navalny, ataque en San Petersburgo (olvidado por todos), armas químicas, reacción militar de Trump ... La secuencia de las últimas semanas representa un escenario para decir lo menos embarazoso ...

(foto: US DoD)