Fincantieri firmó hoy una carta de intención (LoI) con la Secretaría de Desarrollo Económico y Trabajo del Estado de Yucatán (México) para participar en el diseño y construcción de un nuevo astillero destinado a reparaciones, conversiones y mantenimiento de buques. El sitio será parte de la ampliación y modernización del puerto de Progreso, el principal puerto del estado, ubicado a unos 35 kilómetros de la capital Mérida, donde una nueva área estará íntegramente dedicada a actividades industriales. Fincantieri recibirá la concesión por cuarenta años para la gestión exclusiva de la nueva planta.
El convenio fue firmado a distancia por el Ministro de Desarrollo Económico y Trabajo de Yucatán, Ernesto Herrera Novelo, y el Director de la División de Servicios de Fincantieri, Giorgio Rizzo, respectivamente, en presencia del Gobernador de Yucatán, Mauricio Vila Dosal, y del Director General de Fincantieri, Fabio Gallia.
El nuevo astillero incluye dos cuencas de mampostería, la más grande del continente americano, capaz de albergar barcos de hasta 400 metros de eslora, en particular cruceros, así como grandes portacontenedores y unidades de Oil & Gas que requieren operaciones complejas. . También contará con plataforma elevadora para unidades de hasta 150 metros de longitud, aproximadamente 1.000 metros de muelles, grúas, talleres, equipos especiales, oficinas y almacenes.
La creación de la obra será gestionada inicialmente por el Gobierno del Estado de Yucatán y se iniciará en el primer semestre de 2021 para completarse, tras varias fases, en 2027. El Gobierno, de hecho, gestionará directamente las primeras obras a través de una empresa ad hoc que tendrá Cargo el dragado y la construcción de infraestructuras y plantas primarias. Fincantieri, que garantizará su consultoría desde el principio, llevará a cabo la siguiente fase, también a través de la participación de otros socios, ocupándose de la construcción de las estructuras avanzadas, incluyendo talleres y equipos de elevación, la instalación de equipos y finalmente el inicio de las actividades, que incluirán la formación adecuada del personal, llevada a cabo con antelación tanto en el lugar como en Italia en los institutos de educación superior y en la Academia Fincantieri.
Una vez que el astillero haya alcanzado su plena capacidad operativa, se estima que podrá emplear unos 700 recursos a tiempo completo, además de alimentar una red que puede involucrar hasta 2.500 trabajadores en los períodos de mayor actividad.
Cada año, México exporta cerca de $ 400 mil millones en bienes e importa alrededor de $ 350 mil millones. Un volumen considerable de este comercio se realiza por vía marítima, a lo que se suma el importante tráfico de cruceros a lo largo de las costas de Estados Unidos, en el Caribe y en el Golfo de México, donde surgen famosos asentamientos de la civilización maya.
El nuevo astillero Progreso estará estratégicamente ubicado para atender a los operadores mercantes de esta área, beneficiándose también de la cercanía al canal de envío de Yucatán, que representa una salida natural al Océano Atlántico. El Golfo también es una región con una fuerte concentración de operaciones relacionadas con Oil & Gas, con exploración, producción y almacenamiento de petróleo y gas natural en alta mar.
