Los cuentos del teniente: café

(Para Gianluca Celentano)
16/05/23

Cuando le pedí a Filippo que buscara recuerdos de una vida en el ejército, se mostró un poco escéptico, pero luego me devolvió la llamada y me dijo: "Lo pensé durante la noche y ella fue una buena asesora: muchos episodios son un poco confusos, pero recuerdo a alguien que es un poco especial, ya que yo era el arquitecto".

Homo faber suae quisque luckye (cada uno es el arquitecto de su propio destino)

“Estaba haciendo ejercicio en Berici Hills en la región de Veneto, acampado en la cima de la colina en un terreno donde había una casa de retiro. En un 'centro nodal' el trabajo más agotador e intenso son los dos/tres primeros días, porque suele haber muchas conexiones y se tarda en conseguirlas cableando todas las líneas telefónicas.

Entre estas conexiones había un teletipo que conectaba el tercer cuerpo de ejército con el tercer ejército de Padua que no funcionaba, no pasaba la señal. La sección de 'Ponte Radio' funcionó, pero los teletipos no se alinearon.

Esta conexión era la más importante, así que hasta que funcionó, todos tuvimos que representar las distintas alineaciones”..

La historia continúa y parece ser una inspiración efectiva para un anuncio de café.

“A las tres de la mañana me dieron ganas de tomar un café, llamé a un soldado y le dije que hiciera café para todos con la cafetera 6. A los dos minutos volvió el muchacho diciéndome que en el cilindro de camping que usamos para este fin no había gasolina, así que no había café. Tenía tanta hambre de café que podía olerlo en el aire.

Todo triste, salí del albergue y encendí un cigarro mientras observaba el grupo electrógeno en funcionamiento por la actividad de los equipos de comunicación. Vi que el silenciador de escape del motor generador estaba todo rojo por el calor y de inmediato tuve la idea de aprovechar su temperatura.

Le pedí al transmisor que buscara dos piedras y preparara la cafetera. Tomé una lámpara para iluminar al grupo, puse las dos piedras frente a la bufanda y encima de la cafetera moka.

Confía en mí, en 10 segundos salió café y llenó la cafetera. ¡Qué divertido esa noche!

A partir de esa tarde, el café del centro nodal de 'Pippo' se hizo con mofle. Cuantas risas hacían los comandantes y compañeros que venían a verme... No niego que mientras escribía estas líneas me seguían dando ganas de reír”.

Foto: autor