¿Comenzará el Kremlin a desplegar sistemas de armas más sofisticados en Ucrania?

(Para Tiziano Ciocchetti)
28/12/22

En los últimos años, Rusia ha mostrado a Occidente sus avances tecnológicos en el campo militar a través de la exposición mediática de los últimos productos de su industria bélica. Ya en 2015, en el desfile del 9 de mayo, los analistas militares pudieron observar el nuevo T-14 MBT ejército y el T-15 AIFV (foto de apertura), así como otros vehículos de orugas y ruedas. Posteriormente, comenzaron a filtrarse imágenes del nuevo caza Sukhoi Su-5 de quinta generación y del UCAV S-57, este último acreditado con capacidades de combate aire-aire.

Sin embargo, desde el comienzo deOperación especial de Moscú en Ucrania, el uso de estos nuevos sistemas de armas parece haber sido algo discreto, si no ausente. Es el caso, por ejemplo, del misil hipersónico Kh-47M2 Kinzhal que, instalado en el caza MiG-31K y en los bombarderos estratégicos Tu-22M3, se utilizó con mucha moderación, a pesar de la presencia en territorio ucraniano de varios objetivos "pagadores".

Sin embargo, en octubre pasado, el Kremlin anunció que había utilizado cuatro Su-57 para neutralizar los sistemas de misiles tierra-aire ucranianos. Esta afirmación no ha sido confirmada por fuentes independientes. Lo que sí sabemos es que en 2018 se desplegaron en Siria dos cazas de este modelo (entonces aún en etapa de prototipo). Las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia han expresado una solicitud de 76 Su-57 y los primeros cinco aviones de producción ya estarían en servicio, a pesar de los importantes retrasos.

En cuanto al S-70 UCAV (foto), diseñado para operar en cooperación con el Su-57 (foto), no se ha hablado mucho desde que la Asociación de Producción de Aeronaves de JSC Novosibirsk anunció su intención de producirlo en masa, en agosto de 2021. , con entregas previstas en 2024.

Permaneciendo en el campo de los no tripulados, sabemos que los rusos han desplegado el robot de desminado en el Donbass Uran-6, aunque no hay indicios, hasta la fecha, de que también hayan empleado robots armados Uran-9.

En cuanto al despliegue de los últimos modelos MBT disponibles para los rusos, los tanques T-90M con protección activa (APS) Relikt, parecería que dos fueron destruidos por los sistemas antitanque suministrados a los ucranianos (en total se habrían perdido 7).

Actualmente, los líderes militares rusos no tienen intención de desplegar los T-14 y T-15 en Ucrania. Hay pocos especímenes disponibles, el proyecto Armata resultó ser muy costoso y no cumplió con los requisitos del ejército ruso.

El año pasado, después de las pruebas realizadas en Siria, un funcionario ruso había asegurado que los primeros veinte tanques serían entregados para 2021.

El T-14 (foto siguiente) es un tanque con una "arquitectura revolucionaria", ya que la tripulación (comandante, artillero y conductor) está alojada en una especie de "cápsula blindada multicapa" en el interior del casco, mientras que el armamento instalado en el la torreta se controla a distancia. Tanto el casco como la torreta están equipados con el sistema de protección reactiva doble explosivo malaquita y el nuevo sistema de protección activa Afganistán.

El T-15 es un AIFV de última generación, con un peso de combate de 50 toneladas (segundo en masa después del Namer israelí), equipado con la misma protección activa y pasiva que el carro ejército.

El T-15 se puede armar con un cañón automático 2A42 de 30x165 mm controlado a distancia; una ametralladora coaxial PKT de 7,62x54 mm y un lanzador doble con dos misiles guiados antitanque 9M133M Kornet-M a ambos lados.

Otra versión podría estar armada con un cañón automático 2A91 de 57x348 mm y misiles guiados antitanque. Ataka 9M120-1M.

Por el momento no hay fuentes fiables que certifiquen el uso de estas plataformas en el conflicto ucraniano, lo cierto es que si el avance del conflicto continuara, el Kremlin decidiría desplegarlas, aunque sea en número reducido.

Foto: Ministerio de Defensa de la Federación Rusa