Estrategia más amplia para el Mediterráneo y el Indo-Pacífico: notas para un debate

(Para Felipe del Monte)
28/10/24

El analista neorrealista Robert D. Kaplan escribió en 2010 que el Océano Índico volvería a existir en el siglo XXI. “el centro de gravedad del sistema marítimo global”, también porque Asia es el punto de apoyo de la conectividad competitiva y, por tanto, del desarrollo de nuevos conflictos hegemónicos a escala global. La "centralidad de la periferia" geopolítica es, por tanto, una especie de venganza de Rimlandia en el Mackinderiano Heartland (a pesar de que los partidarios de la primacía del problema de seguridad que plantea Rusia en Europa piensan de otra manera).

Es natural que, en el marco de la construcción de la estrategia nacional para el Indo-Pacífico, una nación marítima (si no por la "cultura", al menos por la "geografía") como Italia, anclada a las grandes cadenas de valor globales, deba repensar su postura internacional pensando en "grandes espacios".

El concepto de “Mediterráneo ampliado” a nivel político-estratégico y el de las operaciones multidominio a nivel estratégico-militar - que también implica decisiones específicas sobre la adquisición de defensa y sobre las ideas para utilizar el instrumento militar conjunto - responden precisamente a laNecesidad de reevaluar el espacio en el que Roma podría actuar porque se ve obligada a hacerlo allí por la evolución del escenario internacional..

La idea del "Mediterráneo ampliado", fuertemente arraigada en la teoría geopolítica nacional, ha recuperado algunas antiguas elaboraciones que tenían como objetivo ampliar los horizontes de un Estado marítimo. “posicionados regionalmente y limitados a un determinado segmento de Rimland” a un alcance global, con el Mediterráneo como uno “área central” –una aportación de carácter rígidamente continentalista– desde la que partir y proyectarse hacia los océanos Índico y Pacífico.

Sin embargo, mientras Italia tuvo que lidiar en una posición revisionista pero subordinada con potencias como el Imperio Británico y Francia, el Mediterráneo fue considerado -sin las reflexiones de nacionalistas, nacionalistas liberales y geopolíticos fascistas- la única región en la que para intentar construir una zona de influencia italiana. una tesis “limitacionista” que encontró su expresión operativa en los proyectos "euroafricanos" (representados cartográficamente como perpendicular Jutlandia-Trípoli por el geógrafo de Trieste Ernesto Massi), de los cuales el actual "Plan Mattei" ha recuperado el marco teórico-conceptual básico. No es casualidad que estén surgiendo tendencias opuestas entre los partidarios de una "política africana" de Italia, basada en el "Plan Mattei", y los de la presencia activa de Roma en la "Ruta del Algodón" indoárabe, hasta el Mar de China Meridional. mediante un amplio trabajo de diplomacia naval-industrial.

La “globalización competitiva” obligó a Italia a ampliar su horizonte estratégico y comercial más allá del Mediterráneo geográfico, vinculando esta necesidad a un sistema de seguridad con una marca "conservadora-asertiva" vinculada a Gran estrategia Americano-occidental.

Foto: Armada