Entrenamiento de vuelo de montaña, aumentó las habilidades de los pilotos instructores del ala 72

(Para Aeronáutica militar)
27/01/21

Estos días a finales de enero vieron a la 72 bandada comprometida con el desarrollo profesional de sus tripulaciones de vuelo. Los pilotos instructores se entrenaron en el entorno nevado de las montañas Ernici, entre Lazio y Abruzzo, para perfeccionar sus habilidades y habilidades de pilotaje, utilizando el helicóptero TH-500B equipado para aterrizar en las montañas con patines de nieve.

El ejercicio, además de las finalidades formativas del instituto, fue decisivo para mantener la capacidad operativa de poder intervenir en lugares aislados tras eventos atmosféricos extremos.

Este tipo de capacidad se volvió muy útil durante las fuertes nevadas de 2012 cuando los helicópteros 500nd Wing TH-72B rescataron a la población residente en varios lugares, sin electricidad, calefacción ni agua. Las salidas permitieron entregar alimentos y medicinas a tiempo a la población aislada. En esa circunstancia, hubo varias operaciones concurrentes con la Cruz Roja para ayudar a las personas en diálisis.

El mayor Francesco Q., instructor de vuelo del ala 72 explica que: “Volar en la montaña nos permite mantener siempre altos niveles de seguridad y entrenamiento. Los instructores pueden aumentar sus habilidades y experiencia y reinvertirlas en la formación de futuras generaciones de pilotos. Además, cooperando con otras realidades de la gran comunidad de rescatistas de montaña, la aportación del helicóptero con su versatilidad de movimiento es fundamental y los pilotos deben estar siempre entrenados para poder intervenir en el marco de seguridad correcto.

El entorno montañoso con sus elementos hostiles (altitud, viento, condiciones climáticas adversas, terreno escarpado e ilusiones ópticas) siempre ha sido el lugar donde se comparan las habilidades de pilotaje y los conocimientos adquiridos. De hecho, el alumno que afronta el curso de formación con el Ejército del Aire finaliza su actividad educativa con la formación para volar en la montaña.

Reconocimientos con vientos turbulentos, aproximaciones en crestas, aterrizajes sobre patines, despegues en barrancos y cornisas son por un lado fascinantes para el desafío a la naturaleza pero requieren un alto nivel de conocimiento e interpretación de lo que está sucediendo. Pilotar un helicóptero en estas condiciones requiere conocimientos de aerodinámica de vuelo, de meteorología para comprender las condiciones ambientales y el estudio de los vientos, de medicina aeroespacial para prevenir la desorientación espacial y de técnicas de coordinación y gestión del rendimiento en situaciones de estrés.