En las últimas semanas se ha llevado a cabo una actividad de formación de capacidades en el destacamento del aeropuerto de Pantelleria Punto de repostaje de aeronaves con aterrizaje aéreo (ALARP) para el repostaje avanzado de aviones aerotácticos, en el que participaron activos F-35B de la Fuerza Aérea Italiana.
En particular, el evento se centró en la regeneración operativa de dos aviones F-35B, que una vez aterrizaron en el aeropuerto de Pantelleria -que dadas las circunstancias simulaban una base denominada "austera", es decir, no apta para operaciones de vuelo de despegue convencionales- y Con los motores aún en marcha, repostaron combustible en tierra, en la jerga técnica "Hot Pit", y luego despegaron rápidamente para continuar su misión operativa.
La actividad se llevó a cabo bajo la coordinación del comando del equipo aéreo - 1.° RA de Milán de la Fuerza Aérea, con la participación de medios y personal del ala 32 de Amendola, que también garantizó las actividades de mantenimiento y asistencia a las aeronaves y servicio cruzado, de la 46.ª brigada aérea de Pisa con estructura de aviones cisterna KC-130J, del 3.º ala de Villafranca para las actividades relacionadas con las operaciones de reabastecimiento de combustible y del 16.º ala de Martina Franca que garantizó el marco de seguridad necesario a través de los fusileros de aire comprimido.
Este escenario de operación le permite aprovechar al máximo las características Despegue corto de aviones F-35B y practicar en tiempo de paz, según el concepto train as you Fight, el uso de procedimientos de repostaje en tierra. La actividad de formación también permitió poner en práctica el concepto de la OTAN denominado Empleo de combate ágil (ACE), un esquema de maniobra operativa diseñado para mejorar la resiliencia y la capacidad de supervivencia del poder aeroespacial, es decir, la capacidad de moverse desde una base y regenerar su capacidad operativa aérea en ubicaciones geográficamente dispersas, y luego continuar llevando a cabo la misión asignada, es decir, ser resiliente y capaz de generar preparación operativa desde el cielo en todas las circunstancias.
El desarrollo de este concepto operativo de la OTAN, que mediante la dispersión de activos reduce el riesgo de tener los recursos aéreos concentrados en una única posición, determina una libertad de acción y flexibilidad operativa que permite a la Fuerza Armada seguir liderando su misión incluso en presencia de amenazas y aumenta la flexibilidad de las operaciones aéreas, ya que las aeronaves pueden reposicionarse rápidamente para responder a las necesidades operativas cambiantes, con un apoyo mínimo.