Ayer, miércoles 19 de marzo, en el aeropuerto militar de Furbara, sede del 17º ala de asalto y de la 1ª brigada aérea para operaciones especiales, tuvo lugar la tradicional ceremonia de enviados del 9º curso. Patente de los Raiders de la Fuerza Aérea (BIAM). Un evento lleno de significado para quienes se han ganado el derecho de ingresar oficialmente a las fuerzas especiales de la Fuerza Aérea.
En la ceremonia, presidida por el Subsecretario de Estado de Defensa, Honorable Matteo Perego di Cremnago, estuvieron presentes el Jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea, General de Escuadrón Aéreo Luca Goretti, el Almirante Paolo Pezzutti, Comandante de la Comando Conjunto de Operaciones Especiales (COFS), General de la Fuerza Aérea Giandomenico Taricco, comandante de la Comando de la Fuerza Aérea de Roma, el general del equipo Riccardo Rinaldi, jefe del rol de armas, el general de brigada aérea Diego Sismondini, comandante de la 1° brigada aérea para operaciones especiales, y numerosas autoridades civiles y militares, incluidos representantes de los otros departamentos de las Fuerzas Especiales del Ejército, la Marina y los Carabineros.
Los protagonistas de la jornada fueron los asistentes al 9º curso BIAM, quienes luego de un camino de formación extremadamente selectivo recibieron los símbolos de su nueva identidad operativa: la boina color arena, legado del batallón. Destructores Arditi de la Regia Aeronautica (ADRA), la primera unidad de fuerzas especiales de la Fuerza Aérea, nacida en 1942 en Tarquinia y distinguida por sus audaces acciones sobre objetivos estratégicos durante la Segunda Guerra Mundial, y la daga del temerario, emblema de capacidad ofensiva y preparación operativa, así como la insignia de brevet, signo de entrada al mundo operativo de las fuerzas especiales.
Este último encapsula en su iconografía la esencia misma del Ala 17: el paracaídas representa la naturaleza lanzable de la unidad, el globo terráqueo simboliza la capacidad de operar en cualquier parte del mundo, la daga identifica el componente de combate, mientras que las alas del águila establecen la pertenencia a la Fuerza Aérea.
En su discurso, el coronel Michele Anelli, comandante del Ala 17, destacó cómo el camino para convertirse en un Raider no es solo un desafío físico, sino también psicológico, probando los propios límites, superando los propios miedos y demostrando un coraje y una resiliencia extraordinarios. Los raiders representan una élite y una familia de profesionales que siempre se han destacado por su espíritu de sacrificio, su vocación de servicio y su inquebrantable apego a los valores de la Patria.
El Jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea Goretti, durante su discurso dirigiéndose a los nuevos raiders, subrayó: En un contexto geopolítico dominado por la incertidumbre y las situaciones de crisis en diferentes partes del mundo con diferentes características y especificidades, se requiere una disponibilidad sin limitaciones y en situaciones de especial dificultad, para garantizar funciones de muy alto nivel con connotación aeronáutica que constituyen un componente relevante, decisivo e indispensable de la defensa, no en términos de cantidad, sino en términos de calidad, especificidad y función.. Luego continuó diciendo: Desde esta perspectiva, la ceremonia de alistamiento de hoy no representa un rito repetitivo e irrelevante, sino que constituye la expresión tangible de los valores que siempre han caracterizado a todo el personal de azul: coraje, lealtad, espíritu de sacrificio, alta especialización y un profundo sentido del deber. Cada boina y cada daga que acabamos de entregar lleva consigo todo esto.
“Hoy no celebramos simplemente el final de un curso de formación altamente formativo”, subrayó el subsecretario durante su intervención, Sino la culminación de un viaje de sacrificio, disciplina y dedicación absoluta. Tras largos meses de durísimo entrenamiento, estos hombres pasan oficialmente a formar parte de la élite de las Fuerzas Especiales de la Fuerza Aérea, listos para afrontar los retos más complejos con determinación y competencia. Hoy en día, la defensa no es solo cuestión de fuerza, sino sobre todo de preparación, visión estratégica y adaptabilidad a escenarios en constante evolución. Las Fuerzas Armadas Italianas destacan por su capacidad para operar con rapidez y eficacia en contextos cada vez más complejos, garantizando la defensa y la seguridad tanto en territorio nacional como en escenarios de operaciones internacionales.
El Ala 17 no es sólo una unidad operativa, sino una realidad profundamente arraigada en el territorio, que se alimenta de la tradición y mira al futuro con determinación.
Como prueba de la fuerte sinergia entre el departamento y el territorio, en la ceremonia también estuvieron presentes los alcaldes y representantes de las ciudades de Cerveteri, Ladispoli y Santa Marinella.
El 17º Ala de Raiders tiene una misión clara: seleccionar, entrenar y equipar a los raiders para enfrentar los desafíos más complejos en contextos operativos de alto riesgo. Los asaltantes están entrenados para realizar misiones de: Reconocimiento especial (reconocimiento especial); Acción Directa (acción directa); Asistencia Militar (asistencia militar); Operaciones de lanzamiento de alojamiento (operaciones de liberación de rehenes); Operaciones antiterroristas (operaciones antiterroristas); Reconocimiento estratégico (reconocimiento estratégico).
El Ala 17 tiene la tarea de seleccionar, entrenar, preparar y preparar para el uso operativo a las fuerzas especiales (FS) de la Fuerza Aérea, es decir, los asaltantes AM; garantizar la disponibilidad constante de destacamentos operativos que puedan desplegarse rápidamente para operaciones especiales (OE) realizadas tanto en el contexto de un solo servicio como bajo la égida de la Comando inter-fuerza para operaciones de fuerzas especiales (COFS); garantizar raiders capaces de llevar a cabo todas las misiones comunes a otras fuerzas especiales, con las que deben ser completamente intercambiables, integrables e interoperables, con una tarea adicional específica, fundamental e innovadora, la de integrar y sincronizar el poder aéreo con las operaciones especiales mediante la orquestación de las fuerzas aéreas y de superficie para proporcionar efectos sinérgicos sobre un objetivo común o una serie de objetivos de conformidad con la doctrina integración aire-tierra de operaciones especiales (SOALI).
El 17º Ala Raider depende de la 1ª Brigada Aérea que, a su vez, depende del Comando del Escuadrón Aéreo-1ª Región Aérea de Milán.