El general Corcione, el primer ministro de defensa militar de la era republicana, murió

(Para Tiziano Ciocchetti)
05/01/20

El general Domenico Corcione, ex jefe de personal del ejército de 1989 a 1990 y posteriormente jefe de personal de defensa del 1 de abril de 1990 al 31 de diciembre de 1993, murió.

El 17 de enero de 1995, hasta el 17 de mayo de 1996, cuando dio paso a Beniamino Andreatta, ingresó al ejecutivo técnico (en realidad político, como fórmula técnico es solo un espejo para las alondras) presidido por Dini, como titular del Departamento de Defensa.

En casi 50 años de historia republicana, fue la primera vez que un ejército (incluso si era auxiliar) asumió el liderazgo del Palazzo Baracchini.

Su mandato coincide con el uso de la brigada bersaglieri. Garibaldi En Bosnia, por primera vez, se envió una gran unidad compuesta en su totalidad por profesionales en una misión al extranjero.

Así comenzó la larga fase evolutiva de nuestras Fuerzas Armadas que conduciría, diez años después, a la suspensión del servicio militar obligatorio.

Durante su mandato trató de comenzar un programa de modernización de las Fuerzas Armadas (los peor equipados de la OTAN), teniendo que enfrentar la escasez de fondos asignados al sector.

Sin embargo, a pesar de haber estado al mando de unidades blindadas, Corcione no se opuso a la adquisición del MBT ARIETE por parte del Ejército, y movilizó fondos para comprar 120 torretas LEOPARD 1A5 de Alemania. En cambio, otras soluciones económicas pero operacionalmente efectivas, como el obús girado Astra 8x8 con una pieza 155/39, en lugar del mucho más costoso PzH-2000 autopropulsado alemán, permanecieron en la etapa de prototipo.

En cuanto a la Fuerza Aérea, Corcione finalmente retiró el interceptor F-104 (modernizado varias veces durante su largo servicio y costó cientos de miles de millones de liras), arrendamiento de la RAF 24 TORNADO ADV (incluidos misiles aire-aire con la guía de radar SKYFLASH).

Corcione trató de interpretar su papel como Ministro de la mejor manera posible, poniendo su vasta experiencia en el Ejército en el campo, teniendo que confrontar varias veces con una clase política reacia a asignar recursos a la Defensa, impregnada por la idea de bien della storiapor lo tanto, no puede predecir las crisis que caracterizarían los futuros escenarios internacionales.