La Marina celebra a su patrona Santa Bárbara

(Para Marina Militare)
06/12/19

En la basílica de San Giovanni in Laterano en Roma, la más antigua del cristianismo, se celebró la misa solemne de Santa Bárbara, patrona de la Marina, el 4 de diciembre de 2019.
Presidida por Monseñor Santo Marcianò, arzobispo militar ordinario de Italia, la celebración eucarística tuvo lugar en una basílica abarrotada. Casi un millar de personas, dando testimonio de la cercanía y el cariño de la población por la fuerza armada, quisieron estar presentes para honrar solemnemente el martirio de Santa Bárbara, patrona de quienes laboran en condiciones de peligro de muerte violenta y súbita.

En la celebración participó el Jefe de Estado Mayor de la Armada, Almirante de Escuadrón Giuseppe Cavo Dragone. En representación de las instituciones estuvo el presidente de la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados, el Honorable Gianluca Rizzo. También estuvieron presentes los representantes del Cuerpo de Artillería, los Ingenieros y el Cuerpo de Bomberos.

Don Marcello Calefati, vicario episcopal de la Marina, en su saludo al obispo recordó, entre otras cosas, los años 60 de la Operación Supervisión de Pesca, subrayando cómo la Marina presidió el canal siciliano durante generaciones, mucho antes de que el fenómeno de la migración asumiera resonancia nacional y se convirtió en un tema político y social.

La homilía de monseñor Marcianò puso el acento en un malentendido desafortunadamente muy común: demasiados aún identifican el mundo militar con la guerra, olvidando el verdadero trabajo de paz llevado a cabo, no solo en términos de estrategias político-organizativas sino también en la dimensión antropológica, educativa.

La música de la banda de la Armada, dirigida por el maestro Antonio Barbagallo, y las canciones del coro Aventino, dirigido por el maestro Fabio Avolio, subrayaron los pasajes más emocionantes de la santa misa.

Hacia el final de la celebración, un oficial leyó la conmovedora Sailor Prayer, escrita para la Armada en el 1902 por Antonio Fogazzaro.

Al finalizar la celebración, el Almirante Cavo Dragone dirigió un breve saludo a los presentes en el que quiso recordar, en particular, a las tripulaciones de los barcos, comprometidas en importantes misiones para la seguridad de los espacios marítimos y el mantenimiento de la paz, y a todo el personal operativo. en Italia y en el extranjero. Finalmente, dirigió un pensamiento a los soldados heridos en el ataque del 10 de noviembre en Irak, tres de los cuales pertenecen a las fuerzas especiales de la Armada. Si bien sus condiciones físicas son buenas, ahora la Armada - subrayó el almirante - estará cerca de ellos en la recuperación psicológica más delicada.