Nave Doria finaliza su fusión con el UK Carrier Strike Group

(Para Marina Militare)
23/06/21

Del 28 de mayo al 15 de junio Barco Andrea Doria se ha integrado en el Carrier Strike Group (CSG) Inglés para participar en la escolta del portaaviones HMS La reina Isabel. La actividad comenzó al final del ejercicio. Defensor Inquebrantable 2021 en el Océano Atlántico para terminar después de 19 días en el Mediterráneo.

Durante el período de agregación de buques Doria fue y seguirá siendo el único activo fuera del CSG para participar en la escolta del portaaviones en el período mediterráneo del despliegue británico. La unidad italiana realizó actividades de formación y operaciones con el grupo británico. Durante las interacciones, el aterrizaje en el La reina Isabel de un helicóptero italiano y el ejercicio entre los F-35B nacionales con los británicos, este último, además, por primera vez, controlado tácticamente por la Doria. De los diversos tránsitos realizados con el grupo, el del Estrecho de Messina fue especialmente emocionante con la unidad italiana que abrió la fila navegando a la cabeza del campo.

Agregación con el grupo de portaaviones La reina Isabel Nave permitida Doria integrarse plenamente con las fuerzas navales británicas, aumentando la interoperabilidad en términos de sistemas y procedimientos.

La experiencia vivida por el destructor de la Armada permitió compartir también el valor estratégico de la iniciativa británica. De hecho, el despliegue británico sigue la idea desarrollada por el presidente estadounidense Theodore Roosevelt en 1908 con la "Gran Flota Blanca". Después del Tratado de Portsmouth en 1906 al final de la Guerra Ruso-Japonesa, los japoneses culparon a América, el mediador del tratado, por no haberles otorgado los territorios reclamados. Roosevelt estaba preocupado por un posible conflicto y por tener solo unos pocos barcos en el Pacífico, decidido a demostrar al mundo entero, incluidos los japoneses, que su armada era capaz de trasladar grandes contingentes de barcos de una parte del globo a otra, con la orden de un grupo de 16 barcos, de color blanco, para emprender un viaje alrededor del mundo.

La acción todavía representa uno de los mejores ejemplos de diplomacia naval de historia. El resultado se logró plenamente tanto en términos de disuasión como para el desarrollo de las relaciones diplomáticas obtenidas. Cuando llegó la flota, los propios japoneses la acogieron de la mejor manera posible organizando reuniones con los máximos responsables del país y garantizando una cálida bienvenida a las tripulaciones.

Durante su presencia en el Mediterráneo, el grupo naval expresó la acción diplomática británica tanto en la elección de las rutas de tránsito como en la definición de los puertos en los que se solicitó hospitalidad para el portaaviones y para las unidades de escolta. Italia jugó un papel clave en la primera fase del despliegue británico en el Mediterráneo, dando la bienvenida al portaaviones HMS La reina Isabel en el puerto de Augusta, donde se llevaron a cabo importantes encuentros diplomáticos. Esto confirma el papel central de nuestro país y de la Armada italiana en el escenario geopolítico del Mediterráneo, "Mare Nostrum".