En el campamento "Villaggio Italia" (Pejë/Peć, Kosovo) tuvo lugar la ceremonia de entrega de tropas entre el 62º regimiento de infantería "Sicilia" y el 183º regimiento de paracaidistas "Nembo". comando regional Oeste de la misión de la KFOR.
En la ceremonia, presidida por el mayor general Enrico Barduani, comandante de la misión de la KFOR, estuvieron presentes la Honorable Paola Maria Chiesa, miembro de la IV Comisión de Defensa y de la Comisión Parlamentaria para la Simplificación, el Embajador de Italia en Kosovo, Antonello De Riu, el mayor general Nicola Piasente, jefe del departamento de planificación y ejercicios de la comando operacional de fuerzas interfuerzas (COVI) y numerosas autoridades civiles y religiosas locales.
El General Barduani expresó palabras de agradecimiento al personal del 62º Regimiento por el compromiso y profesionalismo demostrados durante el mandato, que destacó la contribución italiana a la misión de la OTAN: “Su trabajo refleja la excelencia y dedicación que caracteriza a nuestro país. “Vuestra presencia aquí no es sólo una señal de compromiso militar, sino también un mensaje de solidaridad y esperanza para todas las comunidades de Kosovo”.
El comandante renunciante del comando regional OesteEl coronel Rocco Mundo agradeció a su personal por su compromiso y dedicación, subrayando cómo el éxito de la misión es resultado del trabajo en equipo. También expresó su gratitud a las autoridades locales y a la población kosovar por su cooperación y apoyo. “Estamos dejando un territorio que hemos contribuido a hacer más seguro, gracias al diálogo constante y al trabajo conjunto con las autoridades locales y las comunidades”, dijo el coronel Mundo.
La ceremonia concluyó con un aplauso para los militares italianos y un deseo de buena suerte a los paracaidistas del “Nembo”, y a su comandante, el coronel Francesco Errico, dispuesto a trabajar con determinación al servicio de la paz y la estabilidad.
El contingente italiano de la Fuerza de Kosovo (KFOR), de conformidad con la Resolución 1244 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas de 1999, contribuye a mantener un entorno seguro y protegido, así como la libertad de movimiento para todas las comunidades que viven en Kosovo, al tiempo que promueve actividades de apoyo a las instituciones y a la población, bajo la dirección del comando operacional de fuerzas interfuerzas.