Hace unos días por la mañana, los carabineros de la sección de radio móvil de la unidad de radio operativa y móvil de Trieste a través de Hermet detuvieron a un ciudadano moldavo de 19 años, residente en Trieste, por lesiones personales agravadas a una enfermera en el servicio de urgencias del hospital de Cattinara. El hecho representa un episodio más de intemperancia y violencia hacia el personal sanitario. Se trata de un fenómeno nacional, pero que recientemente ha surgido también a nivel local.
El sujeto, que ya se había recuperado de un episodio previo de violencia hacia sus padres, había sido ingresado, durante esa noche, en el servicio de urgencias de Cattinara, en estado de alteración psicofísica. La conducta agresiva y violenta, sin embargo, continuó durante toda la noche, agudizándose en la madrugada, cuando los trabajadores de la salud solicitaron la intervención de los Carabinieri, para contener la violencia ejercida por el sujeto, hacia ellos y los bienes de la administración sanitaria. Al ver a los militares, el hombre repitió su conducta violenta por lo que fue contenido, poniendo fin a su acción dañina. Luego fue detenido y trasladado a la cárcel local a disposición de la Autoridad Judicial. Los presuntos delitos son lesiones agravadas al personal médico y violencia y resistencia a un funcionario público, así como daño al patrimonio de la administración pública.
El tema de las agresiones al personal de salud está más de actualidad que nunca y el legislador, con la ley 113 de 2020, ha realizado cambios al Código Penal, endureciendo las penas y modificando las agravantes de los delitos cometidos contra el personal de salud de cualquier rol. Estas herramientas nos permiten proceder de oficio y perseguir delitos de violencia y lesiones contra médicos y enfermeras.