Durante la Segunda Guerra Mundial la isla de Malta fue considerada un objetivo bélico de primera importancia debido a su posición estratégica en el centro del Mediterráneo ya pocos kilómetros del territorio italiano. Aunque no se subestimaron las muchas dificultades, por lo tanto, se planeó una sensacional acción de asalto contra el puerto de La Valeta, que sería llevada a cabo por los operadores de los vehículos de asalto de la Royal Navy.
La empresa, iniciada en la noche del 25 al 26 de julio de 1941, fracasó debido a la cuidadosa vigilancia del enemigo y, sobre todo, implicó la trágica y dolorosa pérdida de algunos de los mejores operadores de asalto, sacrificados en el intento de vencer las fuertes defensas de la base enemiga.
Esta empresa ha sacado a la luz las más altas cualidades de valentía de los hombres de la Armada, en la estela de las tradiciones milenarias de la Fuerza Armada; como reconoció el propio adversario, por ejemplo, en las palabras del vicegobernador británico de Malta: "... los italianos realizaron un ataque con gran determinación para penetrar el puerto utilizando MAS y torpedos humanos"
El resultado de la operación, aunque no favorable, se convirtió en un éxito para la Regia Marina gracias al tesón y coraje de sus hombres; como prueba de este valor son las concesiones de ocho medallas de oro a VM, de las cuales siete en memoria, trece medallas de plata, siete de bronce y una cruz de guerra.
Entre las medallas de oro, debe atribuirse una mención especial al mayor del Genio Naval Teseo Tesei quien, junto a su compañero de ala, sacrificó su vida por la patria al inmolarse junto con el arma contra las defensas del puerto de Malta. En memoria del ilustre personaje, creador de los torpedos de marcha lenta, hoy lleva su nombre la comandancia de buzos y asaltantes.
