"Para mi hija"

26/06/14

Hija mía, hace mucho tiempo que quería escribirte, contarte un poco de mí, de nosotros, de estos dos padres que te buscan y te esperan con tanto cariño. Verás que nuestras obras son muy diferentes pero a la vez desafiantes, incluso si llenan nuestras vidas de emociones.

Quizás no será fácil compaginar nuestra nueva vida contigo y el trabajo, muchos padres nos dicen que sus hijos recién nacidos los alejan del sueño, del descanso pero también que una sola sonrisa puede darles mucho más. Nos darás el amor y la fuerza necesarios para vivir esta nueva aventura contigo y siempre estaremos agradecidos a la vida por darnos el regalo más preciado que puede existir en el mundo, un niño.

Soy un soldado del ejército italiano. Es un orgullo para mí servir a nuestra patria, a mi manera pequeña lo hago todos los días, me levanto muy temprano, con las ganas y el compromiso de dar lo mejor de mí, para lograr que ese engranaje que hace girar cada mecanismo es perfecto, indispensable para que la máquina del Ejército funcione y sea eficiente como siempre lo ha sido.

Las dificultades nunca fallan, cada día es un desafío, afrontarlo y superarlo es importante para mí y un motivo de orgullo personal.

En estos años de servicio he conocido a muchas personas, colegas, diferentes en edad, cultura o experiencias de vida, con algunos nació una armonía, con otros una amistad, con otros todavía lamentablemente el enfoque diferente de la vida y el cierre mental no me me dieron la oportunidad de compartir mi vida privada con alegría y darme a conocer por quien soy.

Afortunadamente, muchas cosas en este Ejército están cambiando, como un artículo que protege la discriminación en nuestro código de disciplina militar, un nivel de coeficiente intelectual mínimo de 70 en las pruebas de reclutamiento. Nos acercamos a una mentalidad más abierta e inteligente que mira a la sustancia y no a la apariencia.

Mirar la vida con superficialidad mi amor, sin prestar atención a las personas por lo que dan o son, no es solo una realidad del Ejército sino que digamos que algunos soldados todavía tienen mucha resistencia a todo lo que no saben.

No son todos así, hija mía, ni en el Ejército ni en el mundo en general, hay mucha gente que ama sin importarle todo, mucha gente que va más allá de los prejuicios de la sociedad.

Te esperamos con tanto ardor para presentarte a todas las personas que nos rodean que nos aman, pero también al mundo con sus defectos y reservas, con la conciencia de que solo el amor puede cambiar las cosas.

Tus madres 2.