Carlos Ruiz Zafón: El juego del ángel

afón Ed. Oscar Mondadori Páginas 470 Siempre me han gustado los libros, nunca dejé de leer desde que, en primer grado, con enorme esfuerzo leí mi primer libro, 20.000 leguas bajo el mar.

Así que un día en el verano de 2013 me encontré con un libro que hablaba de libros y aunque hacía mucho que no leía novelas, decidí hacer una excepción. En ese momento estaba profundizando mi conocimiento del idioma español para el que compré la versión en idioma original del libro y me sumergí en la lectura dejando de lado los escrúpulos del tiempo dedicado a un pasatiempo como "leer una novela".

La historia ambientada al comienzo de 1900 comienza en la redacción de una oscura revista de Barcelona. A un joven periodista, David Martín, que trabaja para "La voz de la industria", gracias al rico amigo Pedro Vidal, se le ofrece la oportunidad de escribir algo que cambiará su vida. Seis horas para escribir la historia que habría marcado el comienzo de un nuevo curso ... La historia atrajo al público y el primero será seguido por otros semanalmente. La serie de "Misterios de Barcelona" toma forma, una serie de éxitos, pero con éxito también comienzan la envidia y los celos ... El tiempo pasa y un día Martin recibe una oferta que no puede rechazar: escribir un libro para un editor Francés, Andreas Corelli, que había notado su trabajo anterior y estaba interesado en él por sus habilidades. Un libro que aún no sabía afectaría su vida.

Amistad, amor, odio, miedo, locura, todos los estados de ánimo que se entrelazan implacablemente en las casi quinientas páginas en las que el lector no puede ser arrastrado: una casa maldita, un librero apasionado, un cementerio de libros secretos, muertos y muertos. Las desapariciones son solo algunos de los aspectos más interesantes de este maravilloso libro que conduce a ... Tengo que admitir que rara vez leo novelas tan convincentes.

Debo agregar, para ser honesto, que desde ese día de verano he reanudado la lectura de novelas y, mientras existan escritores como Zafón, ¡realmente creo que nunca podré parar! Para ti ahora, feliz lectura.

Alessandro Rugolo