¡Bienvenido de nuevo, "hombre negro"!

07/07/14

Ya era hora, no podríamos soportarlo más. Después de años de fantasiosos refranes sobre fanáticos extremistas islámicos y el establecimiento de su califato fantasma, ahora tenemos ambos. Pero hay más, después de mucho tiempo sin un "supercaptor", un personaje de dibujos animados Marvel, los televisores nos han entregado hace unos días directamente en casa.

Su nombre es Abu Bakr al-Baghdadi y los coreógrafos han dado un gran paso adelante. Crecimos con los rituales bigote de Hitler luego pasar (se pierden al pie de algunos) al querido Saddam (en la versión de la película de South Park fue tan mala que inchiappettarsi así como el diablo!), Para llegar a Osama Bin Laden que durante un par de décadas él representaba el mal absoluto.

Sin embargo, los uniformes de los primeros o la sinceridad de los últimos vestidos no fueron. Ciertamente, no podría ser el comparsata la escena de un Abubakar Shekau, el líder de Boko Haram constituyendo un grave (especialmente duradera ...) de noticias, necesitamos un nuevo aspecto.

¡Aquí viene el "hombre de negro", el califa!

De hecho, nos hemos estado preguntando durante algún tiempo quién estaba a la cabeza del califato. Cada reino debe tener un rey.

En periódicos y analistas expertos nos van a contar la historia de una vida dura, una prisión y una redención a través de la violencia contra los occidentales y terroristas colegas, lógica, de fundamentalismo, enlaces rotos con Al Qaeda ...

Difesa Online es un periódico abierto a todas las opiniones y visiones. Pero, como director, en este caso, creo que hay que evitar creer todo lo que se sirve y de repente nos limitamos a las enseñanzas de los antiguos romanos, gente pragmática que afirmaban nerbus pecuniaria hermosa.

Esto se debe a que sabemos que hay tres elementos fundamentales para ganar una guerra: dinero, segundo dinero y solo el último aspecto ... ¡aún más dinero!

Necesitamos miles de millones, no millones de dólares para hacer ciertos negocios.

Entonces, ciertamente no analizaremos el escenario, sino que nos preguntaremos: ¿Quién se separa y, sobre todo, puede darse el lujo de firmar ciertos cheques?

Andrea Cucco