Marò: las palabras de Mogherini salen perplejas

03/09/14

Durante más de dos años sobre la historia de los dos fusileros navales olvidados en la India, estamos acostumbrados a escuchar solo palabras y promesas todos los días sin ver resultados concretos.

Comenzaron las declaraciones en 22 March 2013 cuando, de repente, Massimiliano Latorre y Salvatore Girone fueron enviados de regreso a la India después de que el mundo anunciara que permanecerían en Italia.

Las palabras y sólo palabras de condena boniniana de memoria en ninguna certeza de la inocencia de los dos infantes de marina, acompañados por las declaraciones del viceministro de Pistilli extranjero que en aquellos días hablaban de "compartir con la India" de la gestión de casos.

Sin mencionar los "ases en la manga" del dr especial Dott. de Mistura, las palabras del primer ministro Renzi declaró que el momento de establecer el compromiso prioritario del gobierno para traer de vuelta los dos marines y el despertar repentino de una especie de letargo de los presidentes de defensa y relaciones exteriores de la Cámara y Senado que después de meses de silencio a principios de año descubrió de repente el problema de los dos fusileros de la armada.

Un enfoque integral de la historia hasta ahora se había acostumbrado a todos a estar listos para escuchar a todo y lo contrario de todo, pero nunca imaginamos tener que leer la frase "Este evento cambia la situación", en referencia a la grave enfermedad que ha afectado repentinamente Massimiliano Latorre.

Las palabras del canciller Mogherini próximo Alto Representante para la política exterior europea, desconcertante y bajo ciertos aspectos de la atención en el momento que el titular del Ministerio de Asuntos Exteriores y de garante de los italianos en el extranjero, especialmente si en condiciones difíciles, parece admitir que la "Italia decide continuar el camino de la internacionalización y el arbitraje de que habla 11 March 2013, solo después de que Massimiliano Latorre se haya visto afectado por una grave enfermedad.

Quizás el ministro quería decir algo más. Probablemente como consecuencia de una emoción comprensible para el grave estado de salud de los militares italianos ha sintetizado un pensamiento más complejo, de lo contrario, tendría que pensar que si Latorre no había sido alcanzado todo hubiera procedido sin ninguna diferencia con respecto a la enfermedad en la medida de dirigido por tres gobiernos; espera y promete pero nada concreto.

Palabras que, aunque ligadas a la emoción, dejan un sabor amargo. De hecho, confirman el sentimiento sostenido por muchos de nosotros de la falta de atención institucional hacia dos soldados "hostiles" olvidados.

Tal vez el ministro y el primer ministro debe dejar claro a la nación de que esta vez se trata no sólo de palabras y una declaración de intenciones, aunque sólo sea para renovar los valores éticos propios de una sociedad civilizada que no vive sólo de pan!

Fernando Termentini

(foto: archivo MAE)