Diez consejos sobre cómo lidiar con permanecer en espacios reducidos

(Para Marina Militare)
14/04/20

Las restricciones a la vida pública y de las relaciones impuestas por las medidas de contención de la pandemia del virus Covid-19 están provocando un malestar previsible para grandes sectores de la población italiana. La transición de una vida dinámica, desde un punto de vista relacional y de trabajo, a uno mucho más limitado en términos de espacios, tiempos y libertad de acción, naturalmente tiene un impacto emocional y psicológico considerable.

Esta realidad no es nada nueva para profesiones peculiares, como la del submarinista, que tienen lugar en condiciones de aislamiento extremo, como las de una nave espacial.

El componente subacuático contribuye al esfuerzo colectivo que la Marina italiana está haciendo todos los días para superar las dificultades debido al virus, con una pequeña transferencia de experiencias en el campo dirigida a todos los individuos y familias, para ayudarlos a adaptarse al aislamiento y los espacios. confinado.

Vivir en un submarino

Los submarinos son uno de los entornos de trabajo más fascinantes pero también más extremos del mundo militar. La complejidad del equipo y la particularidad de las misiones llevadas a cabo por los submarinos determinan un entorno profesional particularmente rico en desafíos, donde los errores o las distracciones pueden tener consecuencias fatales.

Sin embargo, la seguridad de la embarcación y su efectividad en el mar no son el resultado de la tecnología sola, sino que dependen estrictamente del desempeño de cada miembro de la tripulación y del equipo en su conjunto. A pesar de las exigentes condiciones de uso, cada persona a bordo debe contribuir a crear y mantener un ambiente pacífico y constructivo, indispensable para reducir los estresores típicos de la vida bajo el agua: espacios confinados, aislamiento de los afectos familiares, aislamiento de las tecnologías de comunicación (nota del editor no hay "señal" y ni siquiera "Wifi") y responsabilidad.

Estos cuatro factores contribuyen a crear una separación clara entre la forma de vida "antes" de salir al mar y eso "durante" la misión en los abismos. El desapego vigoroso entre estos dos mundos ocurre espontáneamente para el submarinista, gracias a un entrenamiento riguroso y una adaptación progresiva.

Sin embargo, el aislamiento y la convivencia en espacios confinados, típicos de un submarino, están ampliamente equilibrados por las tripulaciones a través de "estrategias de gestión" que permiten una adaptación rápida y pacífica. Estos son aún más efectivos cuando se aplican en el hogar, teniendo en cuenta que las restricciones actuales para Covid-19 no afectan el uso de las redes sociales o la posibilidad de comprar necesidades básicas.

Cómo adaptarse al aislamiento y espacios confinados

El aislamiento y la adaptación a espacios confinados son dos de las pocas herramientas disponibles actualmente para las instituciones para contrarrestar la propagación del virus Covid-19. Esta conciencia debe empujarnos a cada uno de nosotros a interiorizar la misión a favor de nuestros seres queridos y aquellos que nos importan. Percibir el nuevo estilo de vida "confinado y aislado" como una misión, y no como una imposición, es el primer paso para iniciar un proceso de rápida adaptación. De hecho, todo submarinista afronta periodos en el mar con la motivación y la conciencia de que su propio sacrificio (y el de su familia) está al servicio de la seguridad del país.

El aislamiento en espacios reducidos y el estilo de vida diferente que sigue, sin embargo, ofrecen oportunidades que en tiempos normales no se pueden aprovechar. Una misión submarina típica implica aproximadamente un mes de patrullaje en el que se detienen las muchas distracciones de la vida moderna. Por ejemplo, la desconexión de las redes sociales ofrece la oportunidad de recuperar tiempo y espacio mental para dedicarse a sus pasiones: las tripulaciones, hay que decirlo, están repletas de cocineros, artesanos y artistas improvisados. Un estilo de vida completamente nuevo, a pesar de sus movimientos limitados, podría ser una oportunidad única para recuperar la posesión de los espacios "internos", para dedicarse a las pasiones reprimidas por la acumulación de compromisos.

Sin embargo, este nuevo camino de la vida no puede comenzar sin la búsqueda de una nueva y eficaz rutina que nos permita normalizar lo que no es normal. Los seres humanos son adaptables, pero necesitan una rutina que regule los ciclos circadianos (sueño y vigilia) y les dé la "seguridad" de que todo está bien. La vida en un submarino está regulada por horarios estrictos y actividades continuas de capacitación y mantenimiento. Cada momento que pasas bajo el agua tiene su propia lógica: trabajas, comes, duermes, haces deporte, entrenas y luego vuelves a empezar. Dedicar tiempo a una rutina eficaz permite no sentir el peso de los días que pasan y evitar la tentación de la "cuenta atrás". Para las familias obligadas a entrar en la casa por Covid -19, y con niños, es crucial crear una nueva rutina que involucre a todos, como si fueran un equipo en una misión.

Pequeñas tareas para todos, trabajos escritos para aumentar el bagaje cultural, deportes de interior, jardinería (incluso en el balcón), altos estándares en la cocina y en la limpieza de la casa ... y la noche llegará sin que casi nadie se dé cuenta. Cuantos más compromisos y metas se establezcan en casa, menos aburrido y frustrado se sentirá. Una tripulación ocupada es una tripulación feliz.

Una vez que hemos establecido nuestra rutina familiar, sin embargo, no debemos olvidar de vez en cuando ... romperla, celebrar un pequeño evento feliz o un resultado personal. Cumpleaños, onomástica, un nuevo disco en la playstation, el nacimiento de un sobrino lejano, son ocasiones que se celebran a bordo con una solemnidad quizás inimaginable en la vida "terrestre". En estas circunstancias, también se aprende a apreciar una tarta de manzana con velas "recicladas".

Por último, no debemos olvidar nunca que somos seres humanos y, por tanto, debemos permanecer conectados a nuestra red de amigos y afectos. La tecnología actual permite reducir distancias, aunque sea de forma virtual, y permanecer unidos. Un submarinista en misión puede, por regla general, intercambiar un par de correos electrónicos cortos a la semana con su familia: un evento que, a pesar de su fugacidad, siempre está lleno de emociones positivas y energía.

Por último, no dejemos de empezar a planificar nuestro futuro después del Covid-19, porque esta misión, como todas las demás, incluso las más difíciles, tiene un principio pero también un final.

Aquí está el manual de submarinos de la Marina para enfrentar mejor los períodos de aislamiento en espacios confinados:

1. Haga del aislamiento una oportunidad, el tiempo es precioso y no retrocede.

2. Tómese un tiempo para usted y cultive sus pasiones.

3. Establezca su rutina e involucre a toda la familia.

4. Manténgase en forma, 30 minutos al día es suficiente.

5. Planifique sus compras y el menú para comer de manera saludable y equilibrada.

6. Pasa parte de tu tiempo cuidando tus espacios. Te ayudará a manejar todo lo demás.

7. De vez en cuando rompe la rutina diaria, servirá para comenzar de nuevo con más motivación.

8. Mantenga activa su red de relaciones sociales y emocionales.

9. Afronte el día con una "sonrisa": es un medicamento muy efectivo.

10. Piensa en lo que harás en tu futuro, ¡es lo único que realmente puedes cambiar para mejor!