Los buzos de la Armada encuentran un ancla romana

(Para Marina Militare)
12/09/16

Entre los hallazgos más representativos de la arqueología subacuática, junto con el ánfora, está el antiguo anclaje.

Herramienta utilizada siempre en todos los tipos de embarcaciones para asegurar el ancla, el mismo símbolo para los antiguos marineros que para los modernos, más que la seguridad.

Nacida como una simple piedra hace miles de años, su versión más sofisticada ve la introducción de un barril equipado con una carcasa de madera y una contra-carcasa y un bloque de plomo.

A lo largo de los siglos el mar ha devuelto solo las partes de plomo de las anclas, no permitiendo comprender en detalle sus características. El dilema se resolvió con el desecamiento del lago Nemi (30 km al sur de Roma), en 1927, cuando salieron a la luz dos grandes barcos romanos, perfectamente conservados, así como sus anclas.

Con el tiempo, se han encontrado muchos de estos hallazgos de plomo y de varios tamaños. Durante una reciente operación de recuperación submarina de municiones llevada a cabo por los buzos del Núcleo SDAI (Defensa de Desminado Antimezzi Insidiosi) de La Maddalena, se encontró un tronco de plomo de unos 32 metros de largo a 2 metros de profundidad, perteneciente a un ancla similar a los de Nemi.

El artefacto, descubierto entre las rocas cerca de la isla de Santo Stefano en el archipiélago de La Maddalena, fue denunciado a la Superintendencia de Arqueología, Bellas Artes y Paisaje que garantizará su protección y puesta en valor.