La escuela de mando naval llega a Montenegro

(Para Marina Militare)
07/02/24

Tras una intensa actividad de maniobras evolutivas, remolques simulados y reales, flanqueo lateral para el paso de material, la escuela de mando naval, con las patrulleras Foscari e Cassiopeia, arribó el pasado 1 de febrero a la ciudad de Bar.

Durante la escala en el puerto montenegrino, el director de la escuela de mando naval y comandante de la cuarta división naval, el contralmirante Alberto Tarabotto, junto con el personal de la escuela y los oficiales asistentes, realizaron las habituales visitas protocolarias, reuniéndose primero con el jefe de estado mayor de las Fuerzas Armadas de Montenegro en la capital, Podgorica, el alcalde de la ciudad de Bar y, finalmente, el subjefe de la Armada de Montenegro. Al agradecer la hospitalidad recibida durante la escala en puerto, la escuela de mando tuvo la oportunidad de hablar de su singularidad y excelencia, promocionando su particular realidad formativa también a favor de las armadas extranjeras.

Además, el 2 de febrero, la escuela de mando naval y las tripulaciones de los buques Foscari e Cassiopeia tuvo el honor de recibir a bordo a la embajadora de Italia en Montenegro, Andreina Marsella, quien durante la asamblea saludó con alegría a las tripulaciones, dándoles la bienvenida a "Esta tierra nuestra en la costa del Adriático" y mostrando interés y entusiasmo por las actividades que se desarrollan a bordo de las dos unidades navales. A continuación, el embajador expresó su más sincera buena suerte a los futuros comandantes.

Al final de la escala, las unidades, con los visitantes y una delegación de oficiales de la Armada montenegrina a bordo, participaron en una actividad de entrenamiento en el mar caracterizada por maniobras de formación y una sugerente navegación de precisión en las restringidas aguas de la bahía de Boka Kotorska.

Una postal sin precedentes para saludar las costas de Montenegro y sentar las bases de una colaboración más estrecha y fructífera entre las Armadas y las dos Naciones, deseando a los futuros comandantes enrollar velas para su regreso a Italia.