El barco Morosini y el submarino Scirè unidos en memoria de los fallecidos en el hundimiento del submarino Scirè Royal

(Para Marina Militare)
27/09/23

“En la noche del 10 de agosto de 1942, el Royal SMG Scirè, con 60 hombres a bordo, entre submarinistas y asaltantes, se preparaba para la audaz misión de forzar el puerto de Haifa, la principal base naval enemiga. Interceptado fatalmente por la unidad británica Islay, fue trágicamente alcanzado y desapareció, junto con toda su tripulación, en aguas enemigas, terminando así gloriosamente su vida operativa."

Sobre este relato, el pasado 19 de septiembre, con motivo de sus respectivas escalas en el puerto de Haifa, en Israel, las tripulaciones del Nave Morosini y el submarino Scirè recordaron, en un sencillo pero solemne acto a bordo del PPA, a las víctimas del hundimiento del submarino Royal Scirè, ocurrido precisamente en aguas frente al mismo puerto el 10 de agosto de 1942 durante la Segunda Guerra Mundial.

El submarino real Scirè, ya medalla de oro al valor militar, todavía es recordado por las numerosas hazañas que lo distinguieron en su uso operativo en el Mediterráneo entre 1940 y 1942 y por las exitosas misiones de forzamiento de bases enemigas, operando con las unidades de asalto de la Armada. La misión más importante es Scirè lo logró el 19 de diciembre de 1941, violando con gran valentía y habilidad las aguas frente al puerto de Alejandría y realizando la fuga de los vehículos de asalto y operadores que así pudieron atacar y dañar gravemente a los dos acorazados ingleses. La reina Isabel e Valiente, la cisterna Sagona y el destructor Jervis, imponiendo un duro golpe al equilibrio de la guerra en curso.

La ceremonia, caracterizada por la lectura de la historia y gestas del submarino Real, fue seguida al día siguiente por la deposición en el mar por parte de la tripulación del barco. Morosini, de una corona conmemorativa en el lugar exacto del hundimiento, en las coordenadas 32° 54' N – 34° 57,6' E, donde aún hoy, 81 años después, los gloriosos restos del naufragio yace en silencio, a unos 40 metros de profundidad.

Un gesto sencillo pero profundo, en memoria de quienes, sirviendo al extremo a su país, contribuyeron a afirmar los valores democráticos que hoy son la base de nuestra sociedad, en un ejemplo de apego a la patria, que, a través de la historia y la tradición conserva la imagen imborrable de la valentía de los marineros a lo largo del tiempo.