El descubrimiento, excepcional por la ausencia de bombardeos fangosos y por la conexión aún existente entre él y el ancla, fue de hecho un evento poco común, también en consideración de las condiciones físico-químicas del Mar Negro, significativamente diferente de aquellas del mar Mediterráneo y que afecten a la propagación del sonido en el agua y al rendimiento del sonar de búsqueda.
Nave Rimini participó en julio en la investigación operativa e identificación de artefactos explosivos depositados en el lecho marino. Al finalizar el ejercicio multinacional Breeze 2014, organizado por la armada búlgara, durante las actividades en el mar del grupo OTAN que precedieron a la escala en el puerto de Constanza (Rumanía), la unidad - comandada por la teniente Claudia de Cesare - llevó a cabo una búsqueda e identificación de las minas colocadas durante la Segunda Guerra Mundial en las aguas de las costas de Rumanía.
Por su proximidad a la costa y las vías de acceso al puerto y las zonas afectadas por la actividad pesquera local, la actividad ha cobrado especial importancia desde el punto de vista económico y de seguridad, permitiendo a las autoridades locales localizar dispositivos que, aunque no son recientes, constituyen un peligro real.
La investigación sobre campos minados ubicados en entornos marinos alejados de las costas nacionales y la posibilidad de cooperar con las marinas aliadas representan una oportunidad de formación para las tripulaciones de los buques militares italianos.
Oportunidades que luego benefician las tareas de doble uso como:
búsqueda de restos de naufragios, aeronaves dañadas, activos arqueológicos
mapeo del fondo marino
operaciones que contribuyan a la seguridad de la navegación, como las actividades de pesca local para las que los restos de guerra representan un grave peligro.
Fuente: Marina Militar
