Además del componente italiano había soldados de todas las fuerzas armadas de los Estados Unidos, Gran Bretaña, España, Portugal, Canadá, Alemania, Suecia, Dinamarca, Noruega, Holanda, Turquía, Estonia y la República Checa.
El objetivo de la actividad era probar la interoperabilidad de los sistemas de transmisión utilizados por las fuerzas de la OTAN y, en particular, el nivel de seguridad informática de las redes de datos clasificados y las radios satelitales.
El ejercicio se llevó a cabo dentro de los cuarteles que albergan al batallón de transmisiones polacas 100 y se desplegó, entre hombres y mujeres, sobre militares 850.
Fuente / foto: Comando de las Fuerzas Operativas Terrestres