Lo que a menudo escucho de quienes visten el uniforme a diario es la envidia y la admiración por la compostura de los dos fusileros porque "en tal situación, pocos podrían mantener la calma por tanto tiempo".
Ayer, al revisar las imágenes de la conexión con India, a pesar de lo que se escribió hoy, el autodominio envidiado no falló.
Lo que ahora se ha desvanecido es una regla no escrita que acelera a los militares en todo el mundo, el "no dejen a nadie atrás".
El nuevo lema nacional es ahora: "No será hoy, no será mañana, no será pasado mañana ..."
Andrea Cucco