Ante un peligro inminente que pone en riesgo a cientos de vidas humanas, no hay consideraciones personales ni posiciones políticas que deban tomarse: debemos intervenir con prontitud y con cualquier medio disponible. Años después, sin embargo, la crisis es cotidiana y no muestra signos de mejora.
¿Por qué se les dice que solo las tragedias y otros aspectos, incluso los que lo merecen, no se diseminan adecuadamente?
El año pasado, casi una cuarta parte de los rescates de migrantes en el Mediterráneo fueron llevados a cabo por buques de la marina mercante. Repitámoslo, frente a la vida humana no hay intereses que prevalezcan, pero si una emergencia es crónica y los costos inciden en un sector fundamental para toda la economía nacional, se debe hacer una evaluación más compleja de lo que sucede en el Mediterráneo.
Después de conocer algunos datos "sorprendentes" -porque en tanto clamor diario sobre los migrantes permanecían ocultos- decidí pedir dos entrevistas: una con el responsable de la política de transportes de Confitarma (Confederación Italiana de Armadores), Luca Sisto, y otra con el presidente Instituto Italiano de Navegación, Palmira Petrocelli.
Creo que, como yo, aprenderás algo nuevo sobre nuestro país.
Andrea Cucco
