Seguridad nacional y tecnológica: reflexiones sobre la prohibición francesa de utilizar WhatsApp

(Para Claudio Verzola)
01/12/23

La reciente iniciativa del gobierno francés de prohibir el uso de Whatsapp y otras aplicaciones de mensajería extranjeras para ministros y funcionarios públicos representa un importante punto de inflexión en el debate sobre la seguridad nacional y tecnológica. Esta medida, anunciada por la Primera Ministra francesa, Élisabeth Borne, tiene como objetivo sustituir este tipo de aplicaciones por olvidio, una aplicación de mensajería desarrollada en Francia considerada más segura desde el punto de vista cibernético. Esta decisión resalta de manera emblemática la creciente preocupación por la seguridad de las comunicaciones y la soberanía digital.

La elección de Francia de optar por una plataforma nacional como Olvid, creada por expertos franceses en ciberseguridad en 2019, plantea también una reflexión importante para Italia. La aplicación que cifra los mensajes y sus metadatos. de extremo a extremo, representa un ejemplo de cómo un país puede desarrollar soluciones tecnológicas internas para garantizar la seguridad de las comunicaciones oficiales.

Para Italia, que actualmente depende en gran medida de tecnologías y plataformas extranjeras para la comunicación y la ciberseguridad, esta iniciativa francesa ofrece un modelo a considerar o al menos reflexionar.

Mientras enfrentamos desafíos similares en términos de protección de las comunicaciones oficiales y la seguridad de los datos, el ejemplo de Olvid demuestra la importancia y la viabilidad de desarrollar capacidades tecnológicas locales, así como el riesgo real de exponer información confidencial al mundo exterior.

La “soberanía digital”, o la capacidad de un país para controlar y proteger su infraestructura y sus datos digitales, se ha convertido en una cuestión crítica. En una era en la que la ciberseguridad es fundamental para la protección de la infraestructura crítica y política de privacidad de los ciudadanos, depender de plataformas extranjeras los expone a riesgos importantes.

La decisión de Francia de prohibir el uso de WhatsApp y otras aplicaciones extranjeras por parte de sus ministros y funcionarios públicos es una señal clara de que la seguridad de las comunicaciones no es un tema que deba tomarse a la ligera. En Italia, donde las comunicaciones oficiales y sensibles todavía se producen en gran medida a través de plataformas extranjeras, es hora de evaluar opciones similares para fortalecer nuestra seguridad nacional.

El ejemplo francés no sólo pone énfasis en la seguridad, sino que también es un claro ejemplo de cómo un país puede actuar para fortalecer su soberanía digital. Para Italia, esto debería actuar como un estímulo para desarrollar una estrategia nacional más sólida en términos de ciberseguridad y soberanía tecnológica.. Sólo así podremos garantizar la seguridad de nuestras comunicaciones, proteger nuestros datos y, en definitiva, fortalecer nuestra posición en el mundo.