La crisis sin precedentes del Ejército de Pakistán

(Para Tiziano Ciocchetti)
07/12/22

El Ejército ha sido hasta ahora la única institución estable en la vorágine de crisis económicas, políticas y judiciales de Pakistán. Sin embargo, parecería que su influencia está empezando a decaer debido a las luchas internas y a los políticos que cuestionan su papel alguna vez indiscutible dentro de la sociedad pakistaní.

Por primera vez se organizan manifestaciones de protesta contra los oficiales en el país asiático. En las plataformas sociales, los líderes del Ejército son tratados como "perros" y se les pide su renuncia.

El estamento militar es conocido por sus duras represiones contra los manifestantes y por derrocar a gobiernos civiles que no se sometieron. De hecho, esta línea ha preservado al Ejército de cualquier crítica y oposición. Pero ahora el pueblo y los políticos parecen querer desafiar la norma constitucional que no permite la crítica al aparato militar y el deseo de instaurar una supremacía de las instituciones civiles en el país.

No hay duda de que el futuro de Pakistán debe ser decidido por el pueblo, no por conspiraciones y militares. La sociedad civil pakistaní ha criticado durante mucho tiempo al Ejército por su intromisión y control de los asuntos internos y externos de Pakistán. Hasta el momento, ningún líder elegido democráticamente ha mostrado el coraje de enfrentar el poder militar, que silencia al pueblo mediante el uso indiscriminado de la violencia. Pero las cosas están cambiando gradualmente, especialmente después de la lucha por el poder entre los principales partidos políticos de Pakistán.

El ex primer ministro Imran Khan se ha vuelto muy crítico con los militares, creyendo que la intromisión del ejército estuvo detrás de su expulsión prematura y humillante del gobierno en abril de 2022.

Culpó a los líderes del Ejército por conspirar en su contra. Khan acusó abiertamente al exjefe de Estado Mayor, el general Qamar Bajwa.

Este fue un gesto sin precedentes para Pakistán. Desde entonces, Khan nunca ha dejado de atacar a los líderes del ejército pakistaní, responsabilizándolos por los ataques contra su vida. También llamó a sus seguidores a manifestarse contra el ejército y el gobierno actual en Islamabad.

Khan les dijo a sus seguidores que "Hasta que estos hombres renuncien, tendrá que manifestarse y oponerse a la injusticia".

El actual gobierno encabezado por Shehbaz Sharif está teniendo dificultades para mantener una apariencia de estabilidad, esto se debe a los constantes disturbios fomentados por Khan, pero también a la crisis económica y las luchas internas entre los oficiales del Ejército.

Todo esto está creando un estado de tensión sin precedentes para la institución castrense. Además, varios oficiales, incluido el jefe del ejército recientemente retirado Bajwa, enfrentaron graves cargos de corrupción. Bajwa fue acusado de malversar grandes sumas de dinero durante su mandato de seis años como jefe del ejército. Esto lo hizo infame e impopular en Pakistán.

El ministro de Relaciones Exteriores de Pakistán, Bilawal Bhutto Zardari, ha reprendido públicamente al Ejército por su derrota contra los indios en la guerra de 1971 que condujo a la creación del estado de Bangladesh.

El pueblo pakistaní sigue denunciando en las redes sociales la injerencia del Ejército en la vida política del país. Curiosamente, se ha culpado al Ejército por manipular las elecciones de 2018 y convertir a Khan en primer ministro. Obviamente, la interferencia de los militares en la política paquistaní era un "secreto" conocido por todos en el país. Lo que ha cambiado es que ahora todo el mundo habla de ello abiertamente, aumentando así la presión sobre los militares..

Por primera vez, el Ejército de Pakistán ha reconocido su interferencia "ilegal" en la política. Unos días antes de su retiro, el general Bajwa calificó de "inconstitucional" la constante injerencia del Ejército en la política pakistaní durante los últimos 70 años.

Dentro del cuartel general del Ejército, existe un fuerte descontento entre la alta dirección por el nombramiento del nuevo Jefe de Estado Mayor. Tras el nombramiento del General Syed Asim Munir Ahmed Shah (foto), dos altos oficiales renunciaron a sus cargos.

El nuevo jefe de Estado Mayor, en el frente interno, estará llamado a desprestigiar el papel del Ejército en la sociedad paquistaní, dado que ya la opinión pública lo acusa de ser el raíz de los problemas del país.

Foto de : ISPR