Transición y liderazgo en Venezuela después de Chávez

(Para Maria Grazia Labellarte)
29/02/16

Luego de los enfrentamientos de los últimos días en la capital de la República Bolivariana de Venezuela, ha surgido claramente el inevitable final del mandato presidencial de Nicolás Maduro. En 2013, tras la muerte del presidente Hugo Chávez, fue el propio Maduro quien contó con la lealtad y el apoyo de los militares, necesarios para poder gobernar en Caracas. Y este eje parece haberse roto en estos momentos, llevando a una parte importante de las Fuerzas Armadas a apoyar la coalición de transición y oposición.

Según una declaración reciente del presidente de la Asamblea Nacional Henry Ramos Allup, parece que una parte nada despreciable de los altos funcionarios, encabezados por el gobernador Francisco Arias Cárdenas, están considerando seriamente la renuncia de Maduro, como un posible medio para abordar la crisis política y económica. . Esto permitiría que la nueva administración pueda comenzar a trabajar en nuevas reformas económicas y políticas y, al mismo tiempo, frenar la ira de los ciudadanos, que ahora están tan cansados ​​del gobierno actual que transforman el descontento en una ola de malestar real.

Hay varios escenarios imaginados por analistas internacionales para el futuro de Venezuela. La situación parece muy compleja, pero como ha sucedido a menudo en América Latina, el atajo más clásico, el golpe de Estado, no debe considerarse improbable. El riesgo de agitación social como consecuencia de la crisis económica podría, de hecho, empujar a los miembros de la élite política a buscar una transición más rápida. En este caso la iniciativa de una parte del Fuerza Armada Nacional dejaría de lado al presidente sin una vía constitucional.

Otra opción es la "negociación" de la destitución de Maduro, como afirma Padrino López, ministro de Defensa de la República Bolivariana de Venezuela, evitando golpes impopulares de difícil comprensión por parte de la comunidad internacional.

Más realista, pero no muy popular en este momento, sería el escenario que quiere un Maduro renunciante para formar una junta u otro gobierno de transición, donde la participación de la oposición sería implícita, así libre para postularse a la presidencia. De acuerdo con la Constitución venezolana, de hecho, las nuevas elecciones deben realizarse dentro de los 30 días posteriores a la renuncia del presidente y el presidente de la Asamblea Nacional gobernaría el país hasta las nuevas elecciones.

Para una transacción de liderazgo real y total, especialmente en la última hipótesis, debemos imaginar un período de tiempo largo, con cada certeza de meses. A juzgar por los últimos enfrentamientos en Caracas, quizás sería mejor para la población civil hablar de semanas.

(Foto: FANB)