Inmediatamente después de terminar el entrenamiento de la tripulación, hacia fines de junio, Alemania entregó 7 unidades de artillería autopropulsada PzH-2000 de 155/52 mm a Ucrania. Entrega sancionada por las palabras del ministro de Defensa ucraniano, Oleksii Reznikov, quien el pasado 21 de junio agradeció a su homóloga alemana, la señora Chrisitine Lambrecht, la ayuda prestada en la lucha contra el invasor ruso.
Evidentemente no basta con adquirir medios, también se necesita un apoyo logístico que asegure el mantenimiento de sus condiciones de funcionamiento. Esto presupone la activación de una cadena de suministro de repuestos así como la capacitación de los técnicos encargados de realizar las reparaciones, en caso de ser necesarias.
Según el semanario alemán Der Spiegel, algunos de esos 7 vehículos autopropulsados PzH-2000 utilizados por el ejército ucraniano contra las fuerzas rusas no resistieron la alta cadencia de fuego a la que han sido sometidos desde su entrega. Al menos, eso es lo que asume la Bundeswehr para explicar los problemas técnicos informados por Kiev la semana pasada.
De acuerdo con las especificaciones emitidas por el ejército alemán, la pieza de 155/52 mm instalada en el PzH-2000 fue diseñada para una cadencia de fuego consecutiva de aproximadamente 100 rondas.
Sin embargo, parecería que los artilleros ucranianos han ido mucho más allá de este límite, poniendo a prueba el mecanismo de carga automática de los vehículos autopropulsados. También habrían usado munición no apta para los obuses Rheinmetall L52 de 155 mm (quizás se usaron disparos estadounidenses Excalibur para obtener rangos más largos).
Sin embargo, la Bundeswehr aseguró que enviaría "rápidamente" piezas de repuesto para reparar los PzH-2000 dañados. Además, Berlín planea establecer un centro de reparación en Polonia para brindar un mejor apoyo logístico a las fuerzas ucranianas.
Recordamos que en los últimos días el gobierno alemán ha dado luz verde a la venta de 100 PzH-2000 a Ucrania, por un importe total de 1,7 millones de euros.
Además, el Ejército de Ucrania acaba de recibir el primer antiaéreo autopropulsado Gepard 35 mm (segunda foto), también en este caso hubo grandes problemas por la munición utilizada. De hecho, Suiza, donde Oerlikon produce municiones, había vetado la entrega de balas de 35 mm. Se pensó en superar la prohibición recurriendo a un fabricante noruego (probablemente Nammo). Sin embargo, al parecer, la munición suministrada por la empresa escandinava provocó varios fallos en el suministro eléctrico de los dos cañones de 35 de la Gepard.
Foto: Ejército de EE. UU. / Bundeswehr
