El ejercicio chino-ruso que certifica el fracaso occidental

(Para Tiziano Ciocchetti)
17/08/22

Soldados chinos viajarán a Rusia para participar en una serie de ejercicios conjuntos. En las maniobras también participarán representaciones de Bielorrusia, India, Tayikistán y Mongolia.

Según una nota del Ministerio de Defensa de China, los ejercicios se realizarán a raíz de un acuerdo de cooperación bilateral firmado por los estados que participarán en la iniciativa. No es la primera vez, además, que militares chinos participan en maniobras militares organizadas por los rusos. Los últimos ejercicios organizados por Moscú datan de 2018. En esa ocasión, China había enviado más de 3.000 soldados, más de 900 vehículos y 30 aviones entre cazabombarderos y helicópteros. Además, justo antes del estallido del conflicto ruso-ucraniano, Xi Jinping y Vladimir Putin anunciaron que querían crear una colaboración "sin fronteras" entre sus respectivos países.

Los ejercicios se han denominado “Vostok 2022”, que significa este en ruso, y tendrán lugar en el Distrito Militar del Este de Rusia, que incluye parte de Siberia y su cuartel general en Khabarovsk, cerca de la frontera con China.

Si bien Pekín ha negado que la participación del EPL en los ejercicios conjuntos no esté ligada a la actual situación internacional y regional, es claro que el eje con el Kremlin ahora parece indisoluble.

Desafortunadamente, todo esto es el resultado de los repetidos errores cometidos por Occidente contra Moscú. Las consecuencias están repercutiendo en los mercados financieros que temen una escalada de la crisis geopolítica no solo en Ucrania, donde Rusia golpeó dos ciudades portuarias tras las explosiones en Crimea, sino también en Taiwán.

Rusia espera que el precio promedio de exportación de gas se duplique con creces este año, alcanzando los 730 dólares por 1.000 m³, antes de disminuir gradualmente a fines de 2025, debido a la disminución de las exportaciones de sus gasoductos, según informa la agencia de noticias Reuters.

Ante esta emergencia política y económica, Europa parece incapaz de reaccionar, de hecho, parece que está entrando en una crisis irreversible precisamente porque está abierta en múltiples frentes.

Primero que nada el aspecto politico: la incapacidad de producir una línea diplomática común para negociar un alto el fuego con Moscú va de la mano con el aplastamiento total de la voluntad de Washington. Los estadounidenses tienen todo el interés en que el conflicto continúe, aunque de ellos también se desprenden las enormes contradicciones en el apoyo a la absurda presidencia de Zelensky.

El aspecto económico: ¡Europa necesita gas ruso! En otoño, especialmente en Italia, estallará la crisis energética, con una inflación de precios en constante aumento que golpeará a la clase media (o lo que quede de ella). El mes pasado Draghi acudió a Argel para negociar un aumento del suministro de gas del país norteafricano, equivalente a 4 millones de m³ adicionales (en 2021 importamos 21 millones de m³ de gas de Argelia).

El año pasado, Rusia nos suministró más de 29 mil millones de metros cúbicos de gas, equivalente al 40% de las necesidades nacionales. En general, la Unión Europea en 2021 dependía en gran medida de Rusia, con importaciones de gas que alcanzaron el 45% del total, o alrededor de 140 mil millones de m³ por año.

¿Después? ¿Obtenemos el resto de la cantidad de los estadounidenses, los qataríes, los egipcios? ¿Gas natural licuado (GNL) que nos costará el doble, tanto en compras como en regasificadores?

En el plan del gobierno italiano para la diversificación de las fuentes de suministro de gas, el GNL jugará un papel cada vez más importante. En el primer semestre de 2022, el GNL supuso el 17% del gas importado, un 20% más que en 2021. Desde Qatar, que es el principal proveedor, y desde Egipto, se espera que lleguen 3 millones de m³ adicionales en 2022 y otros 5. mil millones en 2023, a los que se añadirían otros 5 mil millones del Congo en 2023-2024. Además, llegarán nuevos flujos desde Estados Unidos, como prometió (a un gran costo) el presidente Biden a la Unión Europea. Sin embargo, el GNL necesita regasificadores para introducirse en la red, en Italia las plantas de regasificación actualmente en funcionamiento se encuentran en Livorno, Spezia y Rovigo.

En definitiva, este invierno preparémonos para encender menos la calefacción.

Foto: Ministerio de Defensa de la Federación de Rusia