Libia: los que causan su enfermedad lloran a sí mismos. La misión militar que no estaba allí.

(Para Tiziano Ciocchetti)
04/01/20

Por ahora, Turquía ha llegado a Libia, o al menos a Tripolitania. El memorándum firmado en noviembre entre al-Sarraj y el presidente turco Erdogan plantea una grave amenaza para las fuerzas del general Haftar.

36 horas después de que el Parlamento de Ankara votara a favor de una intervención militar, el silencio de nuestro Ejecutivo es ensordecedor.

El primer ministro al-Sarraj, instalado en Trípoli gracias al apoyo de Roma, pidió ayuda militar para defenderse del ataque del hombre fuerte de Cirenaica, respondimos con delegaciones diplomáticas.

Sin embargo, al menos inicialmente, teníamos otras intenciones.

En 2015, el gobierno de Renzi se comprometió a apoyar directamente el establecimiento del Gobierno de Unidad Nacional de al-Sarraj, enviando 5.000 soldados a Libia.

Después de verificar las condiciones de operación, el COI (Comando Operativo de la Cumbre de Interforces) que coordina todas las operaciones militares italianas en el extranjero, habría utilizado, en la fase inicial de la misión, la 2da Brigada CC de Livorno, con departamentos operativos de la 1ra. rgt CC paracaidistas de la Tuscania, del 7º CC CC de Laives, a cargo de la protección y seguridad del gobierno de al-Sarraj, así como de estructuras públicas como el Parlamento, la televisión estatal y los servicios públicos. Junto con otros activos del Ejército, como los paracaidistas del rayo, y Rangers de los Montaña Matterhorn habría garantizado la seguridad de la sede de la ONU en Trípoli. Además, el ejército italiano se encargaría del entrenamiento del ejército libio reconstituido, leal al gobierno de Trípoli (evitando así la proliferación de las milicias turcas de Misurata).

Los destacamentos de las fuerzas especiales (Col Moschin y GOI) habrían sido responsables de garantizar la continuidad del flujo y la carga de los productos petroleros de las terminales costeras e intervenir en las bahías y muelles, desde la frontera tunecina hasta Trípoli, y desde Misurata hasta Benghazi, desde donde se fueron los botes, balsas y viejos botes de pesca con su carga de migrantes.

Además, monitorearían todas las bases costeras y terrestres en las diferentes wilayat Los libios que cayeron en ISIS, para atacar, con acciones selectivas, a los comandantes de todos los centros ocupados por los yihadistas, entre Sirte y Benghazi.

Por varias razones (especialmente debido a las franjas "pacifistas" dentro del PD), la misión de estabilización de Libia no vio la luz.

Si hubiera habido más coraje, hoy no hubiéramos sido reducidos a uno nulidad política en un territorio absolutamente estratégico para nuestro país.

Foto: US Army